Bunkering, el «enemigo silencioso» de la Bahía de Algeciras y del Estrecho

Más de 100.000 buques de todas las nacionalidades del mundo navegan al año por aguas del Estrecho de Gibraltar, convirtiendo al Puerto Bahía de Algeciras en líder del sistema portuario nacional en lo que a suministro de combustible se refiere y, tal y como recientemente reconocía el índice Container Port Perfomance Index (CPPI) (elaborado por el Banco Mundial y S&P Global), décimo a nivel mundial en eficiencia portuaria.

Sus 1.300 hectáreas hábiles para el fondeo, con unas sobresalientes condiciones de abrigo y calado, además de su ubicación estratégica, hacen de él un enclave destacado para lo que, tanto en fondeo como en atraque, se conoce como bunkering. Actividad que también se desempeña en el Puerto de Gibraltar y, según señala Verdemar-Ecologistas en Acción, en aguas al este del Peñón y de la bahía «por la situación de colapso» de dicha instalación portuaria.

Esta operación legal de repostaje en el mar, de barco a barco (también se reconoce por bunkering la operación que se realiza desde una tubería o un camión sisterna), además de suponer un beneficio económico para los buques al no tenerse que desviar de su ruta, entraña, como ha denunciado el colectivo ecologista, un serio peligro si no responde a estrictos protocolos y controles, ya que supone el acople de «gasolineras flotantes» y, como ya ha ocurrido, la posibilidad de que se produzcan vertidos de combustible al mar. «Como es lógico, cuando ocurren incidentes como los del granelero «OS 35», con la imagen de un buque semihundido y con fotografías, minuto a minuto, de los vertidos y daños que genera, a la opinión pública le resulta más fácil detectar y comprender la situación de peligro que vivimos en el Estrecho, con un trasiego de seis millones de toneladas de fuel al año. Pero, como venimos denunciando desde hace años, existe también un peligro silencioso que, aunque legal, se llama bunkering».

«Hablamos de auténticas bombas flotantes –destaca el presidente de Verdemar-Ecologistas en Acción–, bunkering que Gibraltar extiende a aguas que España no le reconoce, de ahí que sea necesaria la reconsideración por esta servidumbre de Gibraltar, donde se desarrollan actividades que ponen en riesgo constante la Bahía y el Estrecho». Se trata de una «situación extrema, de tráfico excesivo y, como se puede comprobar, están ocupando ya zonas de la Bahía de Algeciras, actuando cada vez más afuera de las aguas en litigio». Incluso subraya que «han habilitado dos áreas para el fondeo de buques y buques de gran calado y peligrosos en la cara este».

En relación al bunkering, Antonio Muñoz apunta que «es legal, pero nosotros lo hemos denunciado tanto en buques en Gibraltar como en otros sitios. De hecho ya hay gabarras y gasolineras flotantes que van a cargar a Algeciras, por lo que nosotros reclamamos que, cuando menos, debe haber mayor coordinación y control, ya que, desgraciadamente, seguimos dependiendo de los combustibles fósiles».

«¿Qué ocurre? Que se realiza con mayor intensidad y peligrosidad en Gibraltar, ya que está al lado de un Lugar de Interés Comunitario, de la Zona de Especial Conservación, y ahí es donde nosotros queremos llegar para ver cómo va a quedar esta zona, ya que hay parte que está dentro de Gibraltar», afirma. Y es que, según destaca, «al haberse ido el Reino Unido de la UE, puede que tengan otros criterios al hacer este tipo de maniobras y ese es otro plus a la peligrosidad del Estrecho».

Por lo que respecta a los vertidos del granelero OS 35, el presidente de Verdemar apunta que «hemos estado navegando por la Bahía de Algeciras, por toda la zona levante de La Línea y Gibraltar, y no hemos detectado vertidos».

«Creemos que ya han terminado la extracción de los hidrocarburos, pero, no obstante, seguimos preocupados porque si mañana entra un temporal se puede verter al mar todo lo que, obviamente, aún debe quedar en los diferentes conductos. Además, ahora se deben completar las actuaciones con la retirada del granelero», añade.