Economía

Los apicultores, bajo el yugo del avispón oriental

Su expansión y voracidad obliga a multiplicar las colmenas en Cádiz para mantener la producción

El sector, solo en la provincia de Cádiz, mueve una economía de seis millones de euros
El sector, solo en la provincia de Cádiz, mueve una economía de seis millones de eurosLa Razón

Este fin de semana la capital de la miel artesanal de Andalucía, Prado del Rey, en la provincia gaditana, ha acogido una nueva edición de la Feria de la Miel, un espacio en el que los apicultores de Cádiz y de otras zonas de la comunidad andaluza dieron a conocer las bondades de tan exquisito producto y en el que, en el contexto de sus jornadas, se han puesto sobre la mesa los sueños y desvelos de este sector.

Un sector que, solo en la provincia de Cádiz, mueve una economía de seis millones de euros gracias a la existencia de 60.000 colmenas (la mitad se localiza en esta población de la Sierra de Cádiz) y con aproximadamente 200 apicultores.

En el centro del debate de las jornadas, además de los daños generados por un ciclo de sequía (cambio climático) que parece llegar a su fin o los perjuicios que provocan los etiquetados no controlados de las mieles que proceden de otros países, han vuelto a estar sobre la mesa los problemas, a más, que está provocando el avispón oriental (Vespa orientalis).

«Desgraciadamente, estamos ante un problema que cada día va a más. Cada vez hay más avisperos y, por tanto, cada vez hay más reinas; con lo que la amenaza hacia nuestras colmenas se complica cada año que pasa», señalaron. «Si hace tres años había tres, cuatro o unos pocos avisperos más en el conjunto de la provincia de Cádiz, en este periodo de tiempo se han multiplicado por seiscientos», en palabra s de Fran Romero, gerente de una de las principales empresas productoras de miel de Prado del Rey, El Zanganillo.

Además de su expansión, «sabemos que ya ha llegado hasta Jaén», el avispón oriental añade otro gran inconveniente, «su extraordinaria voracidad, lo que hace que nuestras colmenas estén sometidas a un estrés absoluto», manifestó el experto en el sector, muy arraigado en la provincia gaditana.

Llegados a este punto y con las esperanzas puestas en que, más pronto que tarde, se articule alguna forma de controlar una plaga que, de este a oeste y de norte a sur, ha conquistado la provincia de Cádiz, Fran Romero señala que, por el momento, «la única forma de mantener los niveles de producción es incrementando el número de colmenas».

«Tenemos que estar reponiendo e incrementando continuamente para, incluso, conseguir menos miel que antes de la llegada del avispón», expuso el apicultor.

Estrategia que, no obstante, «no ha impedido que la producción en los últimos tiempos haya caído en torno a un 20 por ciento». «Estamos en un escenario de lucha continua contra un avispón que, además», resalta, «está provocando daños en cultivos y que, incluso, se ha convertido en un peligro para las personas; con ataques a agricultores, cazadores, etc. que han pisado sus nidos», localizados a ras de suelo. Y es que, como recientemente destacaba Antonio Vázquez, responsable del sector apícola de COAG Andalucía, «el avispón oriental ya no es sólo un desastre para los apicultores, ahora es un peligro para todos».

«Cualquiera que vaya paseando por el campo y tenga la mala suerte de pisar uno de estos nidos», alertó, «puede estar en peligro de muerte».

En relación al problema del avispón, la alcaldesa de Prado del Rey, Vanesa Beltrán, ha defendido la necesidad de que «las administraciones apoyen a este sector», aludiendo «al problema de las especies invasoras», una amenaza para todo el medio ambiente que se han tratado «en profundidad» en las XI Jornadas Divulgativas de esta nueva edición del la Feria de la Miel de Prado del Rey.

Esperanza con la lluvia

Además del avispón oriental, que ha contado con la alianza de los periodos de sequía, la falta de lluvia también ha sido en los últimos años otro de los grandes enemigos de los apicultores. con escasez de agua en los periodos de floración. Circunstancia que los apicultores esperan que se corrija este año a raíz de las lluvias de este otoño. «Si bien es cierto que estas lluvias han venido bien para la producción de mieles de floraciones como el madroño, tendremos que esperar a que sigan presentes en primavera, época en la que tiene lugar la gran floración y, por tanto la producción de miel», señalaron.