Entrevista

Cruz Sánchez de Lara: "Nadie está a salvo del amor ''fake''"

Tras su primer libro, "Cazar leones en Escocia", la abogada y activista en derechos humanos publica "Maldito Hamor"

La escritora Cruz Sánchez de Lara
La escritora Cruz Sánchez de LaraLa Razón

Después de la excelente acogida de lectores de su primera novela, «Cazar leones en Escocia», Cruz Sánchez de Lara da un paso más con un thriller psicológico que ahonda en el maltrato psicológico y los límites que nunca hay que traspasar. En su segunda novela, «Maldito Hamor», narra la historia apasionada y enfermiza de una joven arquitecta y el aristócrata Henry Astor, de cuyo nombre el título toma la «h».

«Hamor» con h. Como letra escarlata de silencio.

Es una forma de utilizar una letra muda para explicar una realidad que no se oye pero que mata. La «h» es para diferenciar al amor que es verdadero de aquel que queremos meter con calzador. Sentimientos que son destructivos y que nada tiene que ver con esa palabra. Una forma de explicar cómo una persona puede llegar a un límite en el que te planteas matar o morir.

En su primera novela la muerte es una continuación de la vida y en «Maldito Hamor» de «muertas en vida».

Esta novela habla de la necesidad de saber vivir. De no poder disfrutar porque alguien te coarta la libertad. Si te llevan a lo peor de ti sacarán tu peor versión. Y tenemos un instinto de supervivencia que nos hace pensar en nosotros antes que en nuestros principios.

Hablas de la obsesión que provoca el amor «fake».

Me preocupa mucho la gente que sigue viviendo en un amor perverso. Pero también los jóvenes. No ven el amor como un objetivo a conquistar. El cortejo ha sido suplantado por la inmediatez, que le llevan a tomar malas decisiones. Se multiplican las posibilidades de amor «fake» porque viven una realidad construida sobre la base de lo efímero, en precario.

Narras días de vino y rosas, besos y risas hasta que de «shock» se pierde toda la gracia con el primer insulto, la primera mano levantada.

Solo hay que mirar a nuestro alrededor para ver cuanta gente inteligente hemos visto caer en el amor «fake». Nadie está a salvo. Intento en la novela explicar cómo y por qué se cae en ese tipo de situaciones. Cómo mujeres buenas son capaces de llegar a planear la muerte de otras personas.

Aunque lo pintas en una cárcel con los barrotes invisibles de oro, el «hamor» no entiende de clases sociales.

He pretendido romper mitos. Miguel Lorente no hace ni 30 años escribió un libro que se llamaba «Mi marido me pega lo normal», una realidad hasta hace muy poco. La dominación de las personas y las relaciones de poder no tienen un prototipo o estereotipo social establecido. No dependen de cuantos ceros se tenga la cuenta bancaria.

Situaciones extremas que lleva a tomar errores extremos, como el alcoholismo.

Si en una coctelera metes mezclar amor con culpa, miedo y pena el paso siguiente es encerrarte y complacerte como puedas. Ahí es donde el alcohol o los tranquilizantes te abren su puerta dorada que te lleva encerrarte en tu mundo. Una solución fatal para personas vulnerables, inseguras … pero también autoexigentes o perfeccionistas.

Un marco donde se expone toda la familia, no solo la pareja.

Nadie educa a sus hijos pensando que un día puede ser un maltratador o una víctima de violencia. No puedes concebir que hayas parido y educado a alguien que sea capaz de lo peor o de pasar por tanto dolor. Por eso, siempre me han impresionado las madres de los asesinos. Necesitan derivar la culpa, encontrar una explicación. Perder a un hijo es algo horrible pero saber que es un asesino tiene que ser peor todavía. Me producen mucha ternura.

Una huella «sin posibilidad de olvido», que Google siempre te recordará.

La intimidad es algo residual. Y eso que junto al anonimato es uno de nuestros grandes patrimonios. Ahora conoces a alguien o te saluda y rápidamente se va a Google para ver tu vida entera. No hay posibilidad de empezar con cuaderno limpio.

Leones en Escocia, «asnos» (hamor en hebrero) en Biarritz … ya estamos esperando su próxima aportación al «Bestiario».

Tendrá nombre de ciudad, año del siglo pasado.