Salud

Experto de Quirónsalud asegura que hasta un 90% de las arritmias pueden curarse

El cardiólogo Juan Manuel Fernández recuerda que la hipertensión es para los mayores de 40 años la causa más frecuente de fibrilación auricular

El cardiólogo Juan Manuel Fernández durante una operación
El cardiólogo Juan Manuel Fernández durante una intervención en el Hospital Quirónsalud Sagrado CorazónLa Razón

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años que sufren hipertensión, aunque cerca del 46% ni siquiera lo sabe. Los casos se han multiplicado en los últimos años y se prevé que sigan aumentando porque vivimos en un mundo más envejecido y la población de mayor edad es más propensa a sufrir esta afección. Ante ese gran porcentaje de personas que no saben que son hipertensas y aquellas que sufren sus consecuencias, este 17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión con el objetivo de promover diferentes iniciativas para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial.

En España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística de 2020, un 38% de la población es hipertensa, un porcentaje muy alto que debe ser tratado para aumentar la esperanza de vida e incluso evitar la muerte de casi 18.000.000 de personas. No obstante, es una afección que tiene solución y cuya intervención ha avanzado a pasos agigantados en los últimos 15 años. Gracias a la tecnología actual, la investigación y la implantación de equipos multidisciplinares especializados, la hipertensión se puede controlar y las arritmias –tanto las vinculadas a la hipertensión como la de otros tipos– tienen solución.

En este contexto, la hipertensión arterial es una de las causas más frecuentes de fibrilación auricular, una arritmia que se caracteriza por provocar un ritmo cardiaco irregular, rápido y que puede provocar coágulos de sangre en el corazón y producir serios problemas de salud en las personas que la padecen. El Jefe de la Unidad de Arritmias de los Hospitales Quirónsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa de Sevilla, Juan Manuel Fernández (del grupo Neoláser Cardiovascular), afirma que la fibrilación auricular es la arritmia “más común y creciente en España, que afecta en torno a un 5% de las personas mayores de 70 años y entre un 10% y un 15% a los mayores de 80 años”. Entre las consecuencias que puede desencadenar no tratar ésta arritmia, el cardiólogo destaca “el desarrollo de ictus, pérdida de la capacidad funcional, insuficiencia cardiaca y disminución de la esperanza de vida”. A pesar de ello, existen datos más esperanzadores. En relación con la hipertensión arterial, Fernández asegura que “la hipertensión es la causa más frecuente de fibrilación auricular que podemos corregir” si se trata adecuadamente.

El cardiólogo Juan Manuel Fernández
El cardiólogo Juan Manuel FernándezLa Razón

Para prevenir la hipertensión el cardiólogo recomienda hacer ejercicio aeróbico con frecuencia, mantener una dieta mediterránea, evitar el tabaco, el alcohol y la obesidad y controlar otros factores de riesgo como la diabetes. En cuanto al tipo de comida, deben primar las frutas y verduras, los cereales, el pescado azul, moderar el consumo de sal y de carnes rojas, así como grasas de origen animal, siendo preferible el uso de aceite de oliva a otro tipo de grasas vegetales a la hora de cocinar.

Sin embargo, además de las taquicardias (ritmos rápidos), el director de la Unidad de Arritmias de los Hospitales Quirónsalud Sagrado Corazón y Quirónsalud Infanta Luisa-, recuerda que existen otros tipos de arritmias que se deben identificar y tratar como las bradicardias o ritmos cardiacos lentos. En el caso de los ritmos lentos “la solución pasa por un marcapasos” cuando es patológica. Gracias a este aparato, que envía señales eléctricas muy leves al corazón, se restaura el ritmo cardiaco. Las taquicardias, sin embargo, “se suelen tratar con fármacos o con ablación con catéter”, explica Fernández. La ablación con catéter utiliza el frío o el calor para crear pequeñas lesiones en el interior del corazón que eliminan los focos anómalos que desencadenan la taquicardia. “Utilizamos la ablación por catéter porque es curativa para la mayoría de las arritmias: entre el 80-90% puede curarse”, insiste el cardiólogo. Asimismo, también existe una forma más de tratar taquicardias letales: a través de un desfibrilador interno. En otras palabras, Fernández explica que este aparato es “un marcapasos especial que da un choque interno al paciente cuando detecta una arritmia que le amenaza su vida, es decir, le rescata de una muerte súbita”.

Pero, ¿cómo podemos detectar que padecemos algún tipo de arritmia? Fernández asegura que no siempre es fácil detectarlo por uno mismo y que lo mejor es acudir al médico en caso de que nos sintamos mal. El cardiólogo recuerda que las palpitaciones anormales –generalmente más de 100 latidos en reposo– deben ser estudiadas, “así como el el síncope, es decir, la pérdida de conciencia súbita, que es uno de los mayores signos de alarma en el mundo de las arritmias, y pueden deberse a bradicardias o a taquicardias malignas”, confirma.

Una vez que se ha detectado qué tipo de arritmia padece el paciente, el equipo médico decidirá si se trata con fármacos, con ablación con catéter, con dispositivo (marcapasos o desfibrilador) o con una combinación de ellos. En cualquier caso, Fernández asegura que “el balance riesgo-beneficio” es muy alto a la hora de intervenir. “Hoy en día las operaciones con catéter y dispositivos tienen una seguridad muy amplia, son escasas las complicaciones y superan ampliamente a los riesgos”, matiza el cardiólogo para explicar después que el postoperatorio suele ser “rápido”, con uno o dos días de hospitalización y apenas una semana de reposo relativo. Esto consigue que la mayoría de los pacientes se puedan reincorporar a su vida normal en muy poco tiempo.

Los hospitales Quirónsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa de Sevilla se encuentran a la vanguardia en el tratamiento de esta dolencia gracias a la Unidad de Arritmias, que cuenta con la última tecnología. Los especialistas en arritmias realizan estudios electrofisiológicos con finalidad diagnóstica y terapéutica con equipamiento de altas prestaciones. Tratan pacientes que previamente han sido diagnosticados en consulta de cardiología o medicina interna y derivados por estos especialistas al servicio de Electrofisiología y Arritmias para su tratamiento. El equipo, liderado por Juan Manuel Fernández, realiza ablaciones, estudios de arritmias, tratamientos con implantación y seguimiento de marcapasos, cardioversión eléctrica, test de mesa basculante para estudio del síncope, además de holter de arritmias.

El equipo cuenta con la más alta tecnología para llevar a cabo estas intervenciones, entre las que destacan dos navegadores intracardiacos, que son sofisticadas computadoras que permiten hacer reconstrucciones anatómicas del corazón por dentro, fusionarlo con imágenes de TAC o resonancia previamente adquiridas, y estudiar el origen y propagación de las arritmias. “Todo ello permite mover nuestros catéteres con una precisión de milímetros, y tratar las arritmias de la forma más eficaz y segura” concluye el doctor.