Salud

Farmacias, el primer filtro para detectar el alzhéimer

Los farmacéuticos se forman con neuropsicólogos para saber identificar señales de riesgo

Soria suma un servicio asistencial más con las farmacias rurales
Soria suma un servicio asistencial más con las farmacias ruralesConcha Ortega/Ical

Durante la pandemia se demostró que las farmacias son una pieza fundamental en el engranaje del sistema sanitario. Además de la dispensación de medicamentos y del seguimiento de los tratamientos para garantizar su adherencia, la farmacia también trabaja para cuidar la salud de la población. No es baladí, porque por las boticas españolas pasan cada día en torno a dos millones de personas. Por ello, son perfectas aliadas para identificar situaciones de riesgo como el maltrato o enfermedades como el lupus, la anorexia, la diabetes, etc., como desde hace tiempo viene haciendo.

Gracias a su trato cercano con las personas también se han convertido en un primer filtro de detección de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. En Andalucía, se estima que de las 180.000 personas que padecen demencia, 120.000 corresponden a alzhéimer. Precisamente para saber diferenciarlo, la Confederación Andaluza de Alzheimer (ConFeafa) ha comenzado a formar a los profesionales de farmacia para dotarles de las herramientas básicas que les permita identificar cada tipo de paciente.

Esta formación, que se inscribe en el proyecto «Red de Farmacias: Memorias Compartidas», iniciativa conjunta y fruto de la colaboración entre ConFeafa, el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos y la Fundación Bidafarma, tiene entre sus objetivos reforzar el rol asistencial que juega la farmacia como puerta de entrada al sistema sociosanitario.

La presidenta de la Confederación Andaluza de Alzheimer, Ángela García Cañete, recuerda que la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en Andalucía ha aumentado más de un 64% en la última década y que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población afectada por alguna demencia puede triplicarse en 2050. «Por ello, son muy de agradecer alianzas como la que rubricamos con los profesionales de la farmacia, que son esenciales para hacer llegar a más población el apoyo que prestamos desde ConFeafa a personas afectadas y a sus familias», señala García. En este sentido, la presidenta de CoFeafa añade que «el conocimiento práctico sobre la enfermedad de Alzheimer y las demencias por parte de estos profesionales es particularmente importante en el ámbito rural, donde en la mayoría de los casos el único recurso sanitario que existe es la farmacia».

Las sesiones formativas son impartidas por el neuropsicólogo Roberto Suárez Canal, asesor experto y responsable de la Escuela Andaluza de Enfermedades Neurodegenerativas de ConFeafa. Para Suárez, «el papel del profesional de la farmacia es fundamental porque el trato directo que tiene con sus clientes le permite conocer sus costumbres o sus maneras de proceder, y por ello puede detectar las primeras señales de alarma de lo que podría derivar en una situación de alzhéimer o demencia». Entre otros cambios de comportamiento, señaló indicios de soledad no deseada, como «cuando dejan de ir a la farmacia o, todo lo contrario, van mucho y cuando van no se quieren ir, el cambio de hábitos en la frecuencia y las opiniones de la familia».

Respecto al papel del profesional de farmacia, el neuropsicólogo señala que «no se trata de que la farmacia haga un diagnóstico, pero sí de detectar la alerta y recomendar asistir a atención primaria o a la Asociación de Familiares de Personas con Alzheimer más cercana para poder hacer una valoración en profundidad».

Estas sesiones formativas se llevarán a cabo en las ocho provincias andaluzas.