Agricultura

El fin del espejismo por la guerra de Ucrania: el girasol sigue los pasos del cereal en Cádiz

La campaña agrícola apunta a menos rendimiento por hectárea sembrada y a una bajada de la rentabilidad

Campo de girasoles
Campo de girasolesLa RazónLa Razón

Poco o nada queda ya de aquellos mantos de girasol que, debido a las consecuencias del inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la gran demanda internacional de este y otros productos agrícolas, tiñeron los campos gaditanos de amarillo.

Se trata de un cultivo, entonces refugio, que no llegó a responder a las expectativas originadas y que, al igual que el de los cereales, ha ido a menos a consecuencia de la escasez de lluvias y la caída de precios.

«Al igual que ha ocurrido con el trigo y el resto de cereales, el cultivo del girasol ha ido a menos en la provincia de Cádiz, pasando de las más de 60.000 hectáreas de la pasada campaña, a poco más de 55.000 en ésta», señalan desde el sector. «Circunstancia en la que», según resalta Pedro Muñoz, de Asaja-Cádiz, «ha tenido mucho que ver una sequía que, tras más de cuatro años, sigue castigándonos de una forma muy severa».

Más leguminosas

Este descenso ha coincidido con el incremento de plantaciones de leguminosas (en especial garbanzos) y que «ha venido acompañado de una significativa bajada del rendimiento por hectárea», continúan explicando desde Asaja-Cádiz.

Así, de los 1.200 kilogramos cosechados por hectárea en la campaña 2022, «vamos a pasar a 1.000, una pérdida muy sustancial», que complica obtener rendimientos que vayan más allá de cubrir gastos, indica Pedro Muñoz.

«No obstante», aclara Asaja-Cádiz, «ni la bajada de rendimientos ni la sequía están haciendo mella en la calidad de la pipa del girasol, que es bastante buena».

Precio por tonelada

Se trata de una pipa que los socios de una de las cooperativas del campo más importantes de la provincia de Cádiz y Andalucía, la de Villamartín, comenzará a cosechar en unos días en un contexto de precios que tienen en vilo y extremadamente preocupados a los cooperativistas.

«El año pasado, al inicio de la campaña, el precio de la tonelada rondaba los 800 euros, mientras que en estos momentos alcanza poco más de la mitad, en torno a los 430», señala Ramón Holgado, presidente de la cooperativa, que no duda en catalogar esta bajada de precios de «desastre».

«Con estas cifras por tonelada», añade, «no solo va a ser difícil obtener beneficios. Los agricultores van a tener complicado cuadrar las cuentas, ya que, como es sabido, los costes de los cultivos se han incrementado en las dos últimas campañas de forma considerable».

«Calidad tipo»

Para Ramón Holgado, que augura una cosecha de «calidad tipo» gracias a las últimas lluvias que se registraron en la comarca de la Sierra de Cádiz y, «previsiblemente», con menor volumen que el año pasado, el ejercicio de la agricultura continúa siendo un «verdadero acto de fe». Más aún para los territorios de secano, que no tienen más alternativas más allá de los cultivos de cereales o el propio girasol.

«A diferencia de lo que sucede con otro tipo de producciones, en las que los márgenes de los precios son más controlables, en la agricultura ocurre todo lo contrario. Aquí, como sucede este año con el girasol, los precios varían de forma incontrolada y hace que los riesgos que tomen los agricultores a la hora de invertir en sus cultivos sean demasiado elevados», señala.

Con todo ello, Ramón Holgado apunta que «todo esto se puede seguir complicado si, como parece, este ciclo de pertinaz sequía no llega a su fin».

Esta incertidumbre se comparte desde Asaja-Cádiz, que muestra su preocupación por una falta de recursos hídricos que impide que el agricultor levante cabeza y cuyas secuelas, más allá de afectar a los cereales, leguminosas o girasol, también está haciendo mella en los frutos de gran valor, como son los relacionados con los árboles.

Cabe apuntar además que, según la Asociación Española de Girasol (AEG), las últimas lluvias han beneficiado a los cultivos a nivel provincial y regional, variando según la fecha de la siembra.