La Universidad de Granada, centro de excelencia y talento

Desde hace ya siete años, la Universidad de Granada (UGR) forma parte del prestigioso ranking académico de Shanghái, en donde se sitúa entre las 300 mejores universidades del mundo y, a nivel nacional, en el top cinco junto a la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Complutense de Madrid y la Universidad de Valencia.

Para el director de Comunicación de la UGR, José Ángel Ibáñez, «supone un reconocimiento al trabajo bien hecho desde hace casi 20 años; así como una notoriedad y un posicionamiento internacional que cada vez es más importante en el panorama académico», ya que esta clasificación «es una transferencia mundial tanto a nivel de estudiantes, como de captación de talento en investigación, inversión, colaboraciones y proyectos más importantes».

Así, gracias a esta clasificación, la Universidad de Granada sitúa a Andalucía en el mapa, «pero no en uno cualquiera, si no en el mapa del conocimiento», asegura Ibáñez, quien reconoce que se está posicionando «como un polo de generación de conocimiento muy importante». A diferencia de otros rankings –que están centrados en áreas muy concretas–, el de Shanghái está centrado en la investigación y en todo lo que la rodea. Detalla que «lo que más puntúa es el número de artículos, la importancia de los mismos o el número de autores altamente citados» y considera que «apostar por investigación de primer nivel, que genera proyectos internacionales de muy buena consideración, nos ha hecho escalar».

En este sentido, el director del área de Comunicación de la UGR asegura que se le ha dado «un impulso muy importante a la investigación y se ha hecho un esfuerzo en recursos humanos, técnicos y económicos en áreas en las que teníamos un nivel de especialización que entendíamos que esta inversión podría ser más rentable», como es el caso del ámbito de biomedicina, la inteligencia artificial o la informática. Asimismo, señala que también se está haciendo un trabajo muy relevante en el ámbito de comunicación para «divulgar la ciencia» entre la sociedad y «convertirnos en referentes y líderes de opinión», clave para su notoriedad.

Esta universidad «comprensiva y que recoge todas las áreas», inicialmente era de Ciencias Sociales y Humanidades –«donde seguimos siendo muy fuertes por volumen», asegura Ibáñez–, pero en los últimos años se han concentrado los esfuerzos en las Ciencias de la Salud, en concreto, en biomedicina, medicina o enfermería; así como en inteligencia artificial e informática, dos áreas que se están desarrollando con mucha fuerza dentro de la institución.

Proyectos clave de cara a sus 500 años de historia

La institución académica cuenta con varios proyectos de calado internacional que se enmarcan dentro de los ejes de desarrollo estratégico de cara a 2031, cuando se celebra el 500 aniversario de la universidad. Entre ellos, se postulan para que Granada sea sede nacional de la agencia de inteligencia artificial. Otro de los grandes proyectos que está en marcha es la instalación del acelerador de partículas en Granada; a la vez que cuenta con otro sobre la biodiversidad y cambio climático. Según señalan desde la propia universidad, «buscamos proyectos que aunque tengan un claro liderazgo, después se aproveche la investigación que se desarrolla para otras áreas».

De cara a un futuro próximo, la universidad granadina tiene como objetivo desarrollar todos los proyectos que están en marcha; así como otras investigaciones relacionadas con el cáncer que se espera que den «mejores resultados» dentro de cinco años. «La idea es seguir aumentando la calidad de lo que se desarrolla y convertirnos, aunque sea ambicioso, en la primera universidad de España, lo que sería de las mejores de Europa», reconoce José Ángel Ibáñez.

En esta línea, el director asegura que «España tiene unas de las mejores universidades de Europa» y destaca que en este ranking «hay países que tienen universidades muy buenas que aparecen en las primeras posiciones, pero hay otras que ni aparecen. España tiene a la mayoría de sus universidades públicas dentro del ranking. No somos los mejores, pero estamos todos dentro».

En definitiva, las universidades españolas tienen un nivel medio muy alto capaz de competir con otras de renombre y, en este papel, la UGR se posiciona como centro de excelencia y talento a la vanguardia de la innovación.