Arqueología

Una villa romana con un criptopórtico vinculado al culto a Mitra

Entre los bienes muebles recuperados cabe citar el fragmento de una Venus en mármol y una pila de agua, corroborando la monumentalidad de la villa

Uno de los mosaicos recuperados
Uno de los mosaicos recuperadosJunta de Andalucía

Granada suma de manera oficial otra nueva joya a su amplio catálogo monumental e histórico. El Gobierno andaluz ha aprobado la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz de la Villa Romana de los Vergeles como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Zona Arqueológica.

La Villa Romana de los Vergeles, denominada también como Villa Romana de Calle Primavera o Villa Romana de Plaza Rafael Guillén, se conoce desde finales de los años 80 del siglo pasado, cuando en el proceso de urbanización de todo este sector aparecieron los primeros restos, localizándose dos piscinas vinculadas a un complejo termal de adscripción romana.

Con posterioridad, en 1991, nuevos hallazgos casuales motivaron la realización de una excavación arqueológica que permitió localizar dos salas rectangulares absidiadas, decoradas con mosaicos de motivos florales, geométricos y figurativos, como delfines. Se confirmaba así la existencia de una gran villa romana. A partir de este momento se han desarrollado varias intervenciones arqueológicas, destacando las realizadas en 2018 y 2022, en las que las excavaciones extensivas han permitido conocer la trama arquitectónica de la pars urbana del yacimiento.

La villa se articula en torno a un amplio espacio abierto con un gran estanque monumental, que presenta una doble cabecera en su frente oriental, quizás un posible vivario, lo que le hace especialmente singular entre las construcciones de este tipo. Este estanque está rodeado por una ambulatio con columnas, un espacio central de representación y ocio de grandes proporciones y monumentalidad. A su alrededor se distribuyen diversas estancias, destacando un gran oecus de 45 m² ricamente decorado.

Otra de las estancias destacadas es una construcción soterrada que presenta una estructura interior tripartita, un pasillo central que termina en ábside, precedida por dos hornacinas de ladrillo, cubierta por una bóveda de tubi y mampostería y con un canal de tégulas que desemboca en el ábside. Esta estructura tan singular se ha interpretado como un criptopórtico vinculada a algún tipo de culto religioso, posiblemente a Mitra, por las similitudes formales y arquitectónicas con santuarios mitraicos. Las distintas estancias que se han excavado hasta la fecha presentan elaborados mosaicos que confirman la importancia del programa monumental y decorativo de la villa. Entre los bienes muebles recuperados cabe citar el fragmento de una Venus en mármol y una pila de agua, corroborando la monumentalidad de la villa.

Las excavaciones confirman la existencia de varias reformas en la villa, con algunas estancias que presentan dos niveles de mosaicos, así como ocupaciones tardoantiguas, entre ellas una necrópolis que se ubica sobre algunas de las estancias pavimentadas.

La villa se funda en época altoimperial (siglo I d.C.), aunque se conoce poco acerca de su conformación en este momento inicial. Entre finales del siglo II y principios del III tiene lugar una gran reforma de la villa, desarrollándose un nuevo programa decorativo caracterizado por el despliegue musivario, el gran estanque y la ambulatio. Una tercera fase, con un nuevo programa de monumentalización de la villa, tiene lugar entre mediados del siglo IV y/o principios del siglo V, momento en el que se reforman los pavimentos musivarios, se construye el criptopórtico y se amortiza el oecus.

Tras el abandono de la villa, constatado por un episodio de colmatación al exterior y el expolio de materiales, se produce una reocupación de las antiguas construcciones, con estructuras improvisadas de madera que apoyan sobre los suelos originales, tal y como se observa en las huellas de hoyos de poste dejadas sobre los mosaicos, así como la calcinación en superficie provocada por hogares ocasionales. Ya en época tardoantigua el espacio es ocupado por una necrópolis que muestra la continuidad del poblamiento durante los siglos VI-VII d. C., y que afecta a los restos de la villa, con algunas tumbas excavadas horadando los mosaicos.

Tras esta última ocupación del espacio, se suceden estratos agrícolas, con presencia de cerámicas de época almohade, nazarí y Fajaluzas, que documentan el aprovechamiento rural del entorno, aunque no se han recuperado estructuras de estas épocas.

La existencia e investigación de la Villa Romana de los Vergeles ha sido determinante para profundizar en el conocimiento del ámbito suburbano del ager de la Granada romana, caracterizado por la presencia de distintos tipos de villas: unas, las más próximas a Florentia Iliberritana, como es el caso, directamente relacionadas con las vías de conexión con la ciudad; y otras algo más alejadas, que explotarían las tierras fértiles de la Vega, como es la de Las Gabias. La mayor parte de ellas fueron fundadas alrededor al siglo I d. C., con un periodo de monumentalización entre los siglos III al IV, que desemboca en un momento de amortización y abandono en Época Tardía. Asimismo, prácticamente en todas se identifican espacios de ocio, termales y de representación