Cultura
‘Lo que el ojo no ve’ , una propuesta de arqueología en 3D
El Museo Arqueológíco de Córdoba presenta una selección de quince piezas arqueológicas desde la prehistoria hasta la época andalusí
Por Álvaro Vega
La exposición ‘Lo que el ojo no ve’ se presenta como una propuesta arqueológica para poder observar lo que habitualmente está en la vitrinas pero que son tan pequeñas que muchas veces no se repara en ellas. “Es casi un divertimento” su presentación en reproducciones a gran tamaño en 3D, en palabras del asesor técnico del Museo Arqueológíco de Córdoba, José Escudero.
“Eso no significa que sea una exposición menor, ni que carezca de importancia”, ha expresado a EFE Escudero sobre la muestra, que se cierra el 30 de septiembre y que presenta una selección de quince piezas arqueológicas que abarca desde la prehistoria hasta la época andalusí y que “comparten el hecho de ser de pequeño tamaño y llenas de detalles que son casi inapreciables a simple vista”, según relata el folleto promocional de la exposición.
“Lo que queríamos mostrar era todas esas cosas, todos esos detalles de piezas muy pequeñas que solemos poner en las vitrinas y que muchas veces no somos conscientes de que la gente sencillamente no los ve”, ha asegurado el especialista.
Piezas originales y sus reproducciones
La muestra se presenta en la sala exposiciones temporales del Arqueológico cordobés. Las piezas en 3D se pueden no solo ver, sino también tocar. Están en la zona central de la estancia. Los hallazgos arqueológicos originales, entre los que se encuentran algunos de lo más granado de la instalación cultural, se protegen en vitrinas alrededor de la habitación. Sobre las paredes, paneles que explican cada una de las joyas de la arqueología.
Los detalles de las piezas “son muy difíciles de apreciar o porque son muy pequeñas o porque los detalles son minúsculos y no son apreciables a simple vista”, ha subrayado José Escuredo.
Por ello, “lo que hemos intentado es, sencillamente, sacar una selección de piezas de todas las épocas y reproducirla a una escala muchísimo mayor”.
Para lograrlo “hemos utilizado un sistema de un sistema de fotogrametría y un sistema informático para hacer reproducciones en resina con un escáner 3 D”, ha precisado.
Fotogrametría, un sistema para la cartografía
La fotogrametría es el sistema que se utiliza para la cartografía y la obtención de información geográfica en general, ya que se basa en el estudio y definición con precisión de la forma, dimensiones y posición en el espacio de un objeto, utilizando esencialmente medidas hechas sobre una o varias fotografías de ese objeto. Así lo definió Henri Bonneval en un tratado en 1972.
Para hacer la selección de las quince joyas de la arqueología se ha dispuesto de “las colecciones del museo, que son absolutamente excepcionales y hay absolutamente de todo”, en opinión de José Escudero, y “abarcan desde el Paleolítico inferior y, sin solución de continuidad, hasta la Baja Edad Media”.
Se ha intentado exponer “una representación muy significativa de esas colecciones, todas piezas minúsculas”. En todo caso, “todas piezas absolutamente excepcionales, todas completas, pero todas que tienen algún detalle o alguna significación que se pierde en una exposición normal”.
Piezas singulares
Las piezas que se exponen van desde una punta de fleca del Dolmen de las Casas de Don Pedro, en Belmez, que se sitúa en el Calcolítico, III a.n.e., hasta una cuenta de collar del Tesoro del Castillo de Lucena, datada en el siglo XII d.n.e., integrada además por varias decenas de cuentas esféricas lisas, separadores de filigranas y granulado y un número importante de pequeñas monedas de plata o quirates.
Entre las joyas que se pueden observar en las vitrinas y tocar y ver los detalles en las reproducciones en 3D están una punta como bifaz (como hacha de mano), de procedencia desconocida, posiblemente utilizada también como punta de flecha, hecha de sílex y data en el III milenio a.n.e..
Una de las curiosidades es el escarabeo procedente de la Colección Blanco Caro, un amuleto egipcio, en depósito de la Real Academia de Córdoba, del Reino Medio, entre el 1783 y 1650 a.n.e.. Es la segunda vez que se expone, después que las xxx piezas del depósito se mostrasen por primera y, de momento, única vez, entre el 1 de julio de 2022 y el 22 de enero de 2023, desde que la colección se depositase en el museo.
También se muestra un anillo de alambres, del Tesoro de los Almadenes, encontrado en Alcaracejos y de “claro sabor céltico, fechado en el siglo II a.n.e., y un ‘capitelito’ corintio de marfil hallado en Córdoba que fue un aplique decorativo de un mueble que se data en el siglo IV d.n.e.
Otras dos de las piezas son un entalle califal recuperado en una de las necrópolis occidentales de la Córdoba del final del Califato, siglo X d.n.e., es decir, un sello desprendido de un anillo que no fue encontrado, y un peine de marfil de la época califal, siglo X d.n.e., localizado en el yacimiento cordobés de Cercadilla, que ha perdido todas las púas y cuya singularidad está en su decoración, que representa un ciervo en una cara y un león en la otra rodeados por vegetación
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