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La campaña

En Zaragoza sí aprecian las fresas de Huelva: "Hay que ser patriotas"

Gran recibimiento en la capital de Aragón a la iniciativa de los agricultores tras la negativa de Barcelona a que se repartan fresas en la ciudad

Plaza de Santa Engracia de Zaragoza Efe

La Unión de Pequeños Agricultores y ganaderos (UPA) de Andalucía ha repartido este miércoles 700 tarrinas de fresa a los ciudadanos de Zaragoza, en una campaña de concienciación y difusión del producto local frente a las amenazas arancelarias estadounidenses y la pérdida adquisitiva agrícola, motivos por los que ahora, han asegurado, se ha de "ser patriotas" y apoyar el producto nacional.

La acogida contrasta con la reciente decisión del Ayuntamiento de Barcelona, que se ha negado a que esta iniciativa se desarrolle en la ciudad por vulnerar las ordenanzas municipales. Es el único consistorio en dos años que ha rechazado esta campaña.

Un trayecto que les ha llevado a otros rincones de España, como Valladolid, Bilbao o Albacete, y que ha aterrizado en esta ocasión en la plaza Santa Engracia de la capital aragonesa, desde donde decenas de zaragozanos han hecho fila durante hasta una hora para hacerse con este manjar del suroeste de la península ibérica.

"Las fresas de Huelva son sanas, seguras y sostenibles. Cada día son recolectadas por miles y miles de agricultores que se levantan a las seis de la mañana para poner en marcha sus explotaciones agrarias y llevar este fruto a todos los puntos de España. Pero detrás hay miles de puestos de trabajo, españoles pero también migrantes que vienen a España a trabajar, a ganar su jornada y volver a su país con una emigración ordenada y circular", ha relatado a los medios el secretario de UPA Huelva, Manuel Piedra.

Los freseros de esta región andaluza, han asegurado, han visto amenazada su producción en los últimos años, en parte debido a las acusaciones de ilegalidad de varias explotaciones relacionadas con el Parque Natural de Doñana, que han provocado un "acoso" a los agricultores, han asegurado, pero también debido a las amenazas geopolíticas extranjeras y los aranceles estadounidenses a un producto que representa el 25 % de la producción de fresas en Europa.

Los agricultores también se han mostrado reticentes a la entrada de producto francés a establecimientos españoles y han criticado la delicada situación que, han señalado, envuelve al producto local.

"Mientras que ustedes estáis pagando seis euros por un kilo de fresa, hoy nosotros estamos cobrando a los agricultores 1,30 euros, y de ahí hay que detraerle los gastos de manipulado, de envasado, de transporte... Alguien se está quedando con el dinero de los consumidores", ha lamentado Piedra, a la vez que criticaba a los "especuladores" que, a su juicio, imperan en el mercado europeo actual.

En la fila de reparto de estas tarrinas, algunos consumidores han destacado la importancia de este tipo de producción y de su selección en establecimientos minoristas, aunque han reconocido su diferencia económica. "Otras nos vienen de Marruecos y al día siguiente están podridas completamente. Antes quizá compraba más fresas de aquí y ahora, claro, no se pueden comprar porque están muy caras", ha aseverado Pilar, una de las mujeres que llevaban haciendo cola una hora.

"Si no apoyamos lo nuestro no llegamos a ningún sitio", ha apuntado otro hombre de mediana edad que ya había recogido su tarrina de fresas y quien, ha admitido, siente hoy más miedo ante la decisión de llenar el carro de la compra, a causa de los anuncios de aranceles estadounidenses.

Para el secretario General de UPA en Aragón, José Manuel Roche, la Unión Europea no debe agotar "la vía de la diplomacia" con Estados Unidos y, por lo tanto, desde UPA han solicitado la creación de un fondo de compensación para sectores alimenticios que puedan verse afectados por esta subida de precios. "En todo caso, si eso no causa efecto, evidentemente la UE tendrá que atacar proporcionalmente con la puesta en marcha de aranceles a productos americanos, como son los frutos secos", ha afirmado.