El muerto en Bedmar (Jaén) sufrió un traumatismo craneoencefálico por un “contragolpe”

El joven de 17 años agredido en Bedmar (Jaén) y que falleció en el hospital tras la presunta agresión de otro menor de 16 años, murió a causa de la destrucción de centros nerviosos superiores por un “traumatismo craneoencefálico severo con hipertensión intracraneal”, producido por un “contragolpe”.

Así consta en el informe de la autopsia, al que ha tenido acceso EFE, en el que también se recoge que el fallecido no presenta signos de lucha en su cuerpo, si bien subraya que la muerte tiene una “naturaleza legal violenta”.

Según los forenses, el traumatismo que presentaba el fallecido fue ocasionado por el impacto que la víctima sufrió al caer al suelo tras ser golpeado, y añaden que presentaba lesiones por contragolpe que “tradicionalmente” suelen ser “más severas” y extensas que las ocasionadas por el golpe inicial”.

Fuentes cercanas a la familia, consultadas por EFE, reclaman que “se cumpla con la ley escrupulosamente de forma ejemplarizante”, y señalan que el cuerpo del menor ha sido enviado a Marruecos para su entierro. Asimismo, han destacado que previamente se autorizó en el hospital una donación de órganos del menor.

Según señala el abogado almeriense José Ramón Cantalejo, que se ha hecho cargo de la acusación particular en nombre de la familia, se buscará la máxima responsabilidad en esta causa. “No se puede permitir que nuestros hijos menores puedan morir en peleas callejeras”, ha manifestado el letrado.

Por otro lado, según ha podido conocer EFE de fuentes cercanas a la investigación, la presunta agresión se produjo en el parque de Las Pilillas de Bedmar durante la madrugada del pasado 30 de octubre cuando dos grupos de jóvenes se encontraron allí.

Por un lado estaban la víctima y dos amigos que, como él, trabajaban de temporeros de la oliva y, por otro, el grupo de jóvenes en el se encontraba el detenido, para el que la Fiscalía de Menores de Jaén a acordado el ingreso provisional en un centro de menores.

Según los investigadores, el fallecido y sus amigos habían salido de un bar a beber agua, cuando dos chicos del segundo grupo llamaron su atención para hablar con él, tras lo que le habría propinado un puñetazo que provocó la caída en la que se golpeó en la cabeza contra el suelo.

El menor investigado ha negado este puñetazo y asegura que sólo dio una bofetada a la víctima, sin que éste cayese al suelo o se golpease, pero otros testigos de ambos grupos, de acuerdo a las fuentes consultadas, apuntan con diferentes variaciones que le pegó con el puño en la cabeza, así como que acto seguido el agredido se precipitó y comenzó a convulsionar.