Política
Juanma Moreno perfila cambios en el Gobierno andaluz para una legislatura de dos años
Se prevé una remodelación de competencias, como ya se hizo en 2020, e impulsar la acción del Ejecutivo hasta las elecciones de 2026
José María Aznar popularizó el «cuaderno azul» en el que anotaba casi a modo de diario los posibles cambios de su Gobierno. A sus páginas, salvo él mismo, nadie tenía acceso. La poderosa imagen de esa libreta se ha quedado en el imaginario de la política y se recurre a ella cada vez que un presidente de Gobierno, nacional o autonómico, madura cambios en su Ejecutivo. Ya sea Aznar, Rajoy, Pedro Sánchez o Juanma Moreno, independientemente de lo alejados políticamente que estén unos de otro, todos han sido o son conscientes de que la conformación de sus respectivos Ejecutivos era y es una potestad individual y, por tanto, la decisión la toma el presidente y se comunica, que no se debate, a los demás.
Juanma Moreno va a afrontar una remodelación de su Gobierno, en principio, a finales de julio. La fecha es oportuna porque permitirá que los cambios estén vigentes antes de las vacaciones de agosto y en septiembre se arranque una legislatura de dos años hasta las elecciones de 2026 para tratar de consolidar la mayoría absoluta del PP en Andalucía. En la pasada legislatura, hubo cambios también a la mitad de la misma, en agosto de 2020 con el mismo argumento: ajustar el Gobierno de coalición entre el PP y Ciudadanos.
Los cambios se centrarán en dos aspectos: reestructuración de competencias y de personas. Al presidente le preocupa la situación de la sanidad, pero es consciente de que los problemas no desaparecerán con el simple cambio de la actual consejera. Las listas de espera, la falta de profesionales sanitarios y las dificultades de financiación para un departamento que necesita cada vez más presupuesto seguirán si decide cambiar a Catalina García. Con un agravante: se quedará sin parapeto y las miradas se dirigirán más arriba. Solo un dato: entre 2012 y 2018, el primer Gobierno de Griñán y los dos de Susana Díaz, hubo tres consejeros de Salud en 6 años: María Jesús Montero, Aquilino Duque y Marina Álvarez. Ninguno pudo solventar los problemas del sistema sanitario público.
Por otra parte, la situación de la actual consejera es muy complicada porque ha perdido la confianza de los sindicatos en general y de los médicos en particular, y ese es un elemento clave a la hora de evitar que el descontento de los profesionales sanitarios se traslade a la ciudadanía.
Otro de los asuntos que le preocupa al entorno del presidente es que Moreno no puede salir a apagar todos los fuegos. «Hay demasiados viceconsejeros en puestos de consejeros», deslizan personas de su confianza. El presidente tuvo que implicarse en primera persona en el tema de Doñana, lo ha hecho con cuestiones sanitarias, en la financiación y hasta en el asunto de los pisos turísticos. Faltan perfiles que solucionen políticamente los temas antes de que lleguen a la mesa del presidente. Y ahí, las miradas se centran en la figura del consejero portavoz, Ramón Fernández-Pacheco, que, por diversos motivos, no ha sabido llevar la iniciativa política que su cargo le exige. El consejero de Sostenibilidad no tiene el mismo peso político que en el anterior Ejecutivo tenía Elías Bendodo, pero tampoco el actual tiene una figura como la de Juan Marín, que asumía mucho foco mediático y que, pese a generar algunas polémicas, reforzaba el perfil de moderación en el que más cómodo se encuentra Moreno. El tándem Marín-Bendodo ni lo tiene ni lo va a tener, como tampoco otras figuras como los consejeros Juan Bravo o Jesús Aguirre, que lideraban debates en sus ámbitos de competencia.
El tercer problema es más de gestión. No se ha resuelto el tapón administrativo en las provincias porque las delegaciones de la Junta tienen muchas competencias y poco personal. La disminución de la administración territorial iniciada en época de Griñán en un contexto de austeridad, en líneas generales, se mantiene. Resulta imprescindible que sean más operativas para cumplir con los compromisos adquiridos.
En este contexto hablar de nombres es precipitado porque la composición del actual Gobierno se configuró completamente horas antes de anunciarlo; Moreno tiene que madurar aún algunas cuestiones; y los hechos demuestran que el presidente no es partidario de grandes revoluciones.
Primera parada: debate el 26 en el Parlamento
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, comenzará a las 12:00 horas del próximo miércoles día 26 su comparecencia a petición propia en el Pleno del Parlamento. Será una oportunidad para testar con los partidos de la oposición la situación actual de la región y anunciar propuestas que orienten la agenda política de esta legislatura de dos años. Entre ellas, la principal será la de la financiación autonómica y la búsqueda de un gran consenso para que Andalucía no salga perjudicada por la «financiación singular» que el Gobierno ofrece a Cataluña para que Pedro Sánchez mantenga los apoyos políticos de los independentistas en el Congreso y en la Generalitat.
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