Día Internacional

Las listas de espera de atención temprana persisten pese a la ley: "necesita más presupuesto"

La nueva norma supone "un antes y un después" para los menores, aunque sigue habiendo problemas que resolver

Un menor, atendido en un CAIT
Un menor, atendido en un CAITLa Razón

Andalucía celebra hoy el Día Nacional de la Atención Temprana con la satisfacción de la reciente aprobación de la Ley 1/2023, de 16 de febrero, que regula la atención a los menores de cero a seis años con trastornos en el desarrollo o riesgo de padecerlos. Después de ocho largos años de trabajo, Antonio Guerrero, portavoz de la Plataforma de Atención Temprana en la comunidad y presidente de la fundación que lleva su nombre, afirma que la nueva norma supone "un antes y un después", aunque por ello el colectivo al que representa va a dejar de pelear por seguir mejorando la situación de los niños y niñas.

"La ley necesita una mayor dotación económica", recuerda Guerrero, sin dejar de mostrar su agradecimiento al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, por cumplir su palabra y a los miembros del Consejo de Gobierno, en especial a la consejera de Salud, Catalina García, a quien recuerda la necesidad de pelear en los presupuestos de 2024 por aumentar la partida presupuestaria en 25 millones de euros y en otros 25 millones en 2025 "hasta alcanzar la cifra de 100 millones de euros, que es lo que necesita esa ley para que pueda atender a toda la población susceptible, con trastornos o en riesgo de padecerlos, la aplicación de mejoras en los sistemas informáticos, mayor dotación de recursos humanos en las delegaciones provinciales y en las unidades de seguimiento y neurodesarrollo".

Guerrero recuerda que sigue habiendo "largas listas de espera y menos sesiones de las deseadas o necesarias". De hecho, la Ley ya está en vigor y marca unos plazos para valoración por las unidades de seguimiento y para la incorporación a los CAIT que "no se están cumpliendo". "La Atención Temprana tiene que llegar a todos y cada uno de los rincones de Andalucía, a todas y cada una de las niñas y a todos y cada uno de los niños que la necesiten", recalca.

Bajo su punto de vista, "el interés superior del menor debe prevalecer por encima de todo y no pueden caber discriminaciones de ningún tipo. La coletilla de “sujeto a disponibilidades presupuestarias” debe desaparecer, pues la atención temprana se encuadra dentro de los denominados servicios a las personas y, por tanto, goza de la especial protección que tanto la normativa europea como la de contratación pública otorga a dichos servicios". Por ello considera imprescindible "ajustar el presupuesto al número de menores y no el de menores al presupuesto". Así, solicita en nombre de los padres y madres que "se racionalicen los lotes en cuanto al número de sesiones asignada" porque son "insuficientes a todas luces.

Las familias en lista de espera presionan a los CAIT y no son los CAIT los que tienen la potestad de decidir su incorporación sino la Consejería. "Echamos de menos un mayor acercamiento entre CAIT y Administración, debemos ser compañeros de viaje. Y no estar uno frente al otro. Las inspecciones son necesarias para corregir desviaciones, pero desde la confianza y el asesoramiento y no tanto desde la fiscalización dura y pura. Debemos llegar a las escuelas, ayudar a la inclusión de aquellos que son diferentes; al profesorado debe trabajar para que el bullying no cause los estragos que causa. La tecnología está al servicio de la salud, pero no para usarla como instrumento para que la niña o el niño se metan en ese mundo virtual y no molesten. Eso es alejarlos de la realidad, no conviven con la familia, verdadero motor de recuperación de los menores con trastornos en su desarrollo". En definitiva, Guerrero asegura que "la atención temprana debe contemplar la globalidad del niño, su realidad, sus entornos y su familia"