Sanidad

Los médicos de Jaén, sin relevo generacional

Más de la mitad de las 64 plazas MIR vacantes en Medicina Familiar se concentran en la provincia jiennense, la primera en zonas de difícil cobertura

Un médico de familia llega a su consulta en la localidad vallisoletana de Viloria del Henar
Un médico de familia llega a su consulta Leticia PérezIcal

Por primera vez, en Andalucía se han quedado plazas MIR (Médico Interno Residente) vacantes. Concretamente 66, de las que 64 son de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Los estudiantes no quieren trabajar en Atención Primaria, el primer escalón del Sistema Nacional de Salud y el más cercano al paciente. La precarización de los centros de salud, la falta de personal y por ende, la carga asistencial son los principales motivos, según apuntan los sindicatos.

«Las condiciones negativas que rodean el trabajo no son nada atrayentes para cualquier estudiante que quiera dedicar el resto de sus días a trabajar en Atención Primaria», denuncian desde UGT Andalucía. «Nadie recomendaría a ningún allegado que dedique el resto de sus días en el ámbito laboral a un trabajo donde no se le reconoce, donde no se le retribuye, donde no se le respeta, donde tiene peores condiciones que cualquier otra especialidad», apostilla.

Especialmente grave es la situación en la llamada Andalucía vaciada. De las 64 plazas MIR que han quedado vacantes en esta última convocatoria en Medicina Familiar, más de la mitad (38) se concentran en Jaén. Y es un problema que crece año tras año: de las 20 plazas MIR vacantes en esta provincia en 2023 se ha pasado a 38 en 2024. No es de extrañar teniendo en cuenta que Jaén es la provincia andaluza con más zonas de difícil cobertura, con 20 en total: Mármol, Jódar, Pozoalcón, Peal de Becerro, Villanueva del Arzobispo, Alcaudete, Cambil, Baeza, Villacarrillo, Ubeda, Bailén y Mengíbar, a las que en 2019 se añadieron Baza, Huelma, La Carolina, Santisteban, Cazorla, Beas del Segura y Orcera.

Para poder garantizar la asistencia en todas estas zonas rurales, la Consejería de Salud se ha visto obligada en los últimos años a tirar de médicos extracomunitarios, que han pasado de 65 en 2018 a 253 en 2023. Para este 2024, Salud ha ido más allá y ha eliminado el requisito de nacionalidad para cargo público, de forma que podrán trabajar en Andalucía médicos de fuera de la Unión Europea. «Con esta medida, se contribuye a garantizar la atención sanitaria permanente en los puntos de Urgencias y Atención Primaria», defienden desde Salud.

«En los últimos años ésta ha sido la forma de cubrir la falta de profesionales sanitarios y no es lo que deseamos porque aquí se forma a médicos extraordinarios», apunta Bernabé Castro, presidente del Sindicato Médico de Jaén, la provincia más afectada por la falta de personal sanitario. «Esta debería ser una medida excepcional», recalca. Por su parte, el secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía, José Pelayo Galindo, afea que esta medida es «un parche que no resolverá el problema» y advierte del riesgo de «la contratación en precario» de estos profesionales extracomunitarios, ya que «pocos tienen reconocida la especialidad».

Además de recurrir a médicos extracomunitarios, la Consejería de Salud publicó un decreto para mejorar las condiciones laborales de los médicos de atención primaria en estas áreas rurales, ofreciendo plazas fijas sin necesidad de examen. Pero para el CSIF, no es suficiente. Para este sindicato la única manera de hacer atractiva la especialidad de Medicina Familiar es con incentivos económicos y mejorando las condiciones laborales teniendo en cuenta «la carga asistencial y burocrática excesiva, la lejanía de los centros de salud y el excesivo número de guardias que allí se exigen, que dificultan sobremanera la conciliación entre la vida personal y profesional del personal facultativo». Para la central sindical, éste es «el único camino posible para la solución de un problema que, de otra forma, no irá sino a más en los próximos años», incide.

Por su parte, desde Salud recuerdan que desde 2019 se han «mejorado» las condiciones laborales de los profesionales sanitarios, incrementándose un 14% sus salarios «en comparación con la etapa socialista que perdieron un 4% de la masa salarial».