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Patrimonio

¿A quién debe el nombre el Parque de María Luisa?

Uno de los más bonitos de España, su creación responde también a la turbulenta historia del país

En Resumen
Glorieta de Bécquer en el parque de María Luisa de Sevilla AYUNTAMIENTO DE SEVILLALa Razón

El Parque de María Luisa es, posiblemente, uno de los más bonitos de España. No solo por sus valores paisajísticos, sino por la belleza de sus paseos, avenidas, estanques, plazas y glorietas. Grandes avenidas y glorietas temáticas es una combinación que funciona muy bien y que le otorga una personalidad especial a este parque ubicado en el centro de la ciudad de Sevilla.

Es conocido que el nombre del Parque viene por la donación que hizo a la ciudad la segunda y última hija de Fernando VII y de la princesa María Cristina de las Dos Sicilias, pero es menos conocido que el destino le llevó a Sevilla de manera "casual" debido a las especiales circunstancias de la época.

La Real Academia de la Historia da cuenta con detalle de la biografía de Luisa Fernanda, nacida en el Palacio Real de Madrid el 30 de enero de 1832. Tras el temprano fallecimiento de su padre, en septiembre de 1833, y el acceso al trono de su única hermana, la reina Isabel II, Luisa Fernanda pasó a ser heredera del trono, aunque nunca llegó a ser proclamada princesa de Asturias. Tímida, su posición en la línea sucesoria suscitó mucho interés en torno a ella y eso generó que su vida fuera un continuo movimiento hasta encontrar la paz y el recogimiento en Sevilla.

Luisa Fernanda se casó en el Palacio Real de Madrid el 10 de octubre de 1846 con sólo catorce años con el príncipe Antonio de Orleans, que a la sazón era duque de Montpensier y se instaló en la Corte francesa. Lo que, en teoría, iba a ser una vida tranquila, saltó por los aires tras la revolución que dio al traste con la monarquía francesa en febrero de 1848 y llevó a los duques de Montpensier a un periplo por varios lugares: Gran Bretaña, Holanda y de regreso a España, donde fueron conminados a marcharse a Andalucía. Aunque la primera intención fue instalarse en Granada, donde pretendieron adquirir el palacio de Carlos V, finalmente se asentaron en Sevilla, donde adquirieron el palacio de San Telmo y otras propiedades.

Allí desarrolló prácticamente el resto de su vida -salvando el periodo de la expulsión de España de los Montpensier- y allí nacieron sus nueve hijos, cuatro de los cuales murieron en la infancia. Su desplazamiento en la línea sucesoria y sus tragedias familiares, reforzaron su condición piadosa que no abandonó hasta su fallecimiento.

Apasionada de las tradiciones locales y entregada al fervor religioso, falleció en su palacio sevillano el 2 de febrero de 1897. En su testamento dejó a la ciudad de Sevilla el parque de San Telmo, hoy conocido como Parque de María Luisa, legando el palacio a la Iglesia con el fin de que se convirtiese en seminario, hoy sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía.

El Parque de María Luisa sufrió posteriormente varias modificaciones. En 1911 J.C.N. Forestier recibió el encargo del Comité Ejecutivo de la Exposición Hispano-Americana para enmarcar la Exposición de 1914.

La construcción de la Plaza de América, incluida en el parque, se realizará entre 1911-19, construyéndose los tres pabellones que la conforman: el de Arte Antiguo (Pabellón Mudéjar), el Pabellón Real y el de Bellas Artes (actual Museo de Arqueológico), todos ellos obras de Aníbal González.

Más tarde, en 1929, se construyen varias glorietas y en 1956 se seleccionaron las espacies arbóreas que debían continuar y las que se suprimirían, además de reformas importantes sobre todo en las glorietas. En 1983 fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico