Entrevista

Sheila Hernández: «Ser autónomo es una puta mierda en este país»

Su libro «Soy joven, no gilipollas» se ha convertido en el canto de una generación

Sheila Hernández
Sheila HernándezLa RazónLa Razón

Sheila Hernández no llega a la treintena y a través de un «periodismo sanador» ha conseguido llegar casi al millón de seguidores. Cuenta historias desde el corazón, con altas dosis de rigor y amparándose en el alto sentido de la asertividad, tan poco común en nuestros tiempo. «Soy joven, no gilipollas» es el canto de una generación.

La lectura de su libro es un bofetón de realidad.

A partir de situaciones normales intento describir que la vida no es perfecta ni maravillosa. No siempre somos guapos, increíbles, exitosas ni estamos maravillosas. Tenemos que fracasar muchas veces, dejarnos muchos sueños por el camino hasta alcanzar nuestras metas. Y tener claro que cada persona al final es persona y ya. Que tú no pienses como yo o que otra persona no piense como nosotros, no significa que sea gilipollas. Cada uno vibra en su sintonía y no tienes que juzgar a alguien porque no sea un espejo de ti.

Parafraseando a «El Principito», lo esencial muchas veces es invisible a los ojos de la sociedad. Con tu manera de contar historias abres «en canal» cada melón … Por ejemplo, el suicidio.

Sin salud mental, no hay salud. Es que es súper importante decir y hacer en este campo. El suicidio durante mucho tiempo se ha ocultado porque provocaba el efecto llamada. Pero seguía aumentando la cifra. Entonces, este tema no lo trato con florecitas ni adornos, las cosas por su nombre. No podemos esquivar el problema sino afrontarlo. Especializarnos y contarlo de manera que podamos ayudar a muchas personas. El periodismo también puede ser sanador. Y sí, la salud mental es la gran asignatura pendiente de este país.

El buylling. No «es cosa de niños».

No es ni una moda ni es cosa de niños. Sí cosa adulta, sobre todo en sus consecuencias. Hay mucha gente muy top sintiéndose las peores personas del mundo porque en un momento determinado otras personas han decidido hacerle la vida imposible. Hace falta más concienciación e informar, denunciar, a las claras. Al menos para saber que si te callas eres cómplice de algo que marca o mata en vida a otras personas.

Hablas del síndrome del impostor y del Doctor Liendre.

Estamos en un momento social donde todo el mundo se ve con el derecho a opinar de todo. También de ti, aun sin saber nada de nada de tu vida. Los expertos salen debajo de las piedras para rebatirte. Entonces te persigue el síndrome del impostor, te hacen dudar y mostrarte insegura. El mundo te parece una mierda porque no todo lo consigo aquí y ahora. La presión te lleva a un camino que no es real ni tiene nada que ver contigo. En ese momento tienes que pararte, plantar cara «al impostor» y que florezca todo lo buena que haces, hay en ti y das a los demás. Tu real realidad.

Te refieres también al becario con papel de caramelo en forma de CEO, el que más trabaja, el que más responsabilidad tiene, pero doscientos cincuenta euros tres meses y a la calle.

Muchas veces toman a los jóvenes por tremendos imbéciles. Nos dicen tienes que vivir la experiencia, que este trabajo precario puede convertirse en una espiral interminable… Todo para no pagarte o abonarte una miseria. Y tu dedicación, ilusión y ganas tiene que tener su beneficio económico. Siempre animo a todo el mundo a que no sea ese feo caramelito que solo se encarga de llevar café a la mesa de sus compañeros. Que abandone inmediatamente y renuncie.

Respecto al autónomo lo tienes claro.

Sí, la verdad es que es una puta mierda ser autónomo en España. Te levantas con la mejor de tus actitudes y solo te encuentras que de cada tres meses, uno y medio trabajas para pagar. Lo que te quitan no es absolutamente proporcional en ningún sentido, con lo que tú ganas. No pedimos ayuda, pedimos soluciones.