Cultura

La literatura y los toros se abrazan en Sevilla

El presidente de la Real Academia Española inaugura la temporada taurina hispalense con un pregón cargado de referencias literarias

El director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, durante el pregón taurino en el Teatro de la Maestranza
El director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, durante el pregón taurino en el Teatro de la MaestranzaEduardo Briones /EP

Domingo de Resurrección, el día en el que todo vuelve a la vida y los toros a la sevillana plaza de la Maestranza. Fue en esta ocasión el catedrático y director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, el que dio el pistoletazo de salida a la temporada taurina hispalense con un pregón en el que entrelazó de manera magistral la historia de la literatura española con la tauromaquia, salpicado también de sus propias vivencias.

Fue presentado por la ex secretaria del Partido Popular y amiga cercana del catedrático, María Dolores de Cospedal, quien recalcó el amor de Muñoz Machado a la fiesta de los toros, tras advertir que es la primera vez que un director de la RAE se convierte en pregonero taurino. «Su carnet de identidad tiene la huella imborrable de la pasión por la tauromaquia», incidió. Tras los últimos acordes del pasodoble «Suspiros de España», interpretado por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, el pregonero subió al atril para ofrecer una disertación repleta de referencias literarias.

Comenzó su discurso con un sentido homenaje a Ángel Peralta, leyenda del rejoneo, escritor y poeta, fallecido en 2018. Gracias a su pregón, reconoció, descubrió hace 30 años su amor por la tauromaquia a la vez que le agradeció su empeño en testimoniar la cultura popular y la literaria. Una conexión que ha servido, subrayó, «para desmentir que los toros sean una fiesta bárbara».

El director de la RAE navegó en su discurso por la historia de la literatura española y sus referencias a la tauromaquia. Arrancó recordando a autores detractores de las corridas, como Jovellanos, «que se despachó con dureza» y cómo la relación entre literatura y toros cambió con la generación del 98. El inicio de la reconciliación, explicó, vino de la mano de Juan Belmonte, gracias a la relación que mantuvo con Valle Inclán y Sebastián Miranda en la tertulia del café Fornos, en la que también se dejaba caer Julio Romero de Torres.

Santiago Muñoz Machado señaló, no obstante, que «el abrazo entre la literatura y la tauromaquia tardó un poco mas en llegar». No alcanzó su máxima manifestación, según explicó el pregonero, hasta que el poeta y ganadero Fernando Villalón y el torero y dramaturgo Ignacio Sánchez Mejías se hicieron amigos. De hecho, Villalón le dedicó «La toriada» al maestro. No quiso pasar por alto tampoco las aportaciones de Ortega y Gasset a la Fiesta Nacional. En este sentido, recordó que fue el propio filósofo el que inspiró a José María de Cossío la redacción de la monumental obra enciclopédica «Los Toros» en cuya redacción llegó a trabajar Miguel Hernández.

En su papel de director de la RAE, Muñoz Machado quiso recalcar la importancia de la terminología taurina en el léxico español. «Probablemente sea el campo artístico que mas palabras ha dado a la vida cotidiana», manifestó el director de la RAE, quien puso algunos ejemplos como «cambiar de tercio, cortarse la coleta, coger el toro por los cuernos, estar de capa caída, escurrir el bulto, ponerse el mundo por montera, o música maestro».

«Todos usamos los mismos términos, amemos o detestemos la Fiesta, forman parte de la cultura y la clave está en la lengua que usamos 500 millones de personas para comunicarnos en el mundo» señaló Santiago Muñoz Machado, quien evocó las palabras de Pérez de Ayala para poner punto final a su pregón: «Si desaparecieran las corridas de toros desaparecería España»