Mascotas
¿Cómo sé si mi gato está en el peso ideal? Este es el truco para saberlo al instante sin báscula
Más allá de los kilos que marque la báscula, la clave para detectar el sobrepeso en un felino reside en la simple observación de su cuerpo y en gestos tan sencillos como palpar sus costillas
Determinar el peso ideal de un gato doméstico es una tarea más compleja de lo que parece y asumir que existe una cifra universal es un error bastante común entre los dueños. La realidad es que la horquilla de peso saludable para un felino es sorprendentemente amplia, pudiendo oscilar entre los 3,6 y los 11 kilogramos. Esta variabilidad demuestra que no se puede aplicar un estándar único, ya que factores como la raza, la edad, el sexo y la propia constitución del animal son determinantes.
De hecho, la obesidad felina se ha convertido en un problema de salud creciente en los hogares españoles, a menudo subestimado por los propietarios. El exceso de peso no es una simple cuestión estética, sino que está directamente relacionado con un mayor riesgo de desarrollar patologías graves como la diabetes, problemas articulares, enfermedades cardíacas y una reducción general de la esperanza y calidad de vida del animal. Además, el malestar derivado del sobrepeso puede afectar a sus rutinas diarias, alterando incluso el misterioso motivo por el que los gatos duermen mirando hacia un lado concreto.
En este sentido, existen métodos de observación muy sencillos que cualquiera puede aplicar en casa para una primera evaluación. El más inmediato consiste en observar al gato desde arriba. Un animal en su peso correcto debe tener una cintura bien definida, dibujando una silueta de reloj de arena justo detrás de las costillas. Visto de perfil, su abdomen no debería colgar, ya que un vientre péndulo suele ser un claro indicativo de acumulación de grasa, tal y como se detalla en una publicación de Kivet.
Del examen visual a la palpación directa
Asimismo, el tacto se revela como una herramienta fundamental para confirmar las sospechas. Al acariciar suavemente los costados del felino, se deberían poder palpar las costillas con facilidad, cubiertas por una fina capa de grasa pero sin necesidad de ejercer una presión considerable. Lo mismo ocurre con los huesos de la columna vertebral y la cadera, que deben ser perceptibles al tacto. Si resulta difícil localizar estas estructuras óseas, es muy probable que el gato se encuentre por encima de su peso saludable.
Por ello, si estas comprobaciones caseras apuntan a un posible sobrepeso, el paso más responsable es buscar la supervisión de un profesional veterinario. Es crucial evitar la tentación de someter al animal a una dieta restrictiva por cuenta propia, ya que un cambio brusco en su alimentación podría privarle de nutrientes esenciales y generar otros problemas de salud. El especialista será quien determine el grado de sobrepeso y diseñe un plan de adelgazamiento adecuado y seguro. Este plan no solo se centrará en la dieta, sino también en fomentar el ejercicio a través del juego, para lo cual la planta que vuelve loco a tu gato puede ser una aliada inesperada.
En definitiva, la vigilancia activa de la condición corporal del gato es una de las mayores responsabilidades de un dueño. Detectar a tiempo el exceso de peso y actuar de forma controlada no solo ayuda a prevenir enfermedades, sino que es clave para su bienestar y para garantizar que disfrute de una vida larga, sana y feliz.