Mascotas
Deja de besar a tu perro en la boca: puede tener consecuencias realmente graves
Esta costumbre, aunque es una muestra de cariño, puede tornarse muy peligrosa para nuestra salud
Las personas hemos desarrollado cientos de formas y gestos distintos con los que expresar nuestro amor y cariño al resto, desde algunos tan sutiles como una morada de ojos entornados a otros más físicos, como un largo y fuerte abrazo. Pero quizá uno de lo más significativos y con mayor carga simbólica sea el beso, y más aún aquel en el que se rozan los labios de ambas personas.
En muchas culturas, el beso es una forma de expresar amor, cariño y amistad, y se usa para fortalecer lazos entre parejas, familiares y amigos. Desde una perspectiva biológica, el beso puede servir como una forma de evaluar la compatibilidad genética y la salud de una pareja potencial. A través del contacto con la piel y el intercambio de saliva, las personas pueden detectar señales químicas (feromonas) que influyen en la atracción.
Y aunque los besos solo son entendidos (independientemente de la parte del cuerpo en la que se den) como un gesto de afecto entre seres humanos, hay un gran número de personas que también los dirigen hacia sus mascotas. Es más, existe incluso quien, traspasando la barrera de la higiene, tiene por costumbre besar a sus perros en la boca, un acto que puede desencadenar varios problemas serios de salud.
Deja de besar a tu perro en la boca: puede tener consecuencias realmente graves
Por mucho que a sus dueños les pueda parecer una mera muestra de amor y cariño, besar a un perro en la boca, emulando el comportamiento que se muestra hacia otros seres humanos, puede representar ciertos riesgos para la salud. Estos compañeros caninos, aunque se sometan a revisiones veterinarias y desparasitaciones rutinarias, utilizan su hocico y lengua para explorar.
Esto implica que olfatean, lamen y muerden muchos rincones, ya sea en la calle o en casa, por lo que pueden acabar portando muchos patógenos en estas zonas. Los perros tienen una flora bacteriana diferente a la humana y portan bacterias que, aunque para ellos resulten inofensivas, en sus dueños puedan causar infecciones graves, como la de la Pasteurella.
También pueden transmitir parásitos, como la 'giardia' o 'toxocara'. Algunas enfermedades pueden transmitirse de animales a humanos (lo que se conoce como "zoonosis"), como la rabia, aunque es poco común en perros vacunados y bien cuidados. Además, si el perro tiene problemas dentales o de encías, como infecciones o mal aliento, pueden existir bacterias adicionales que puedan transferirse a través del contacto directo en la boca.
Algunas personas pueden ser alérgicas a las proteínas en la saliva del perro, lo que podría causar irritación en la piel o en las vías respiratorias. Es por todo ello que muchos expertos recomiendan encarecidamente no tener este gesto de cariño con los perros, por mucho aprecio que sintamos hacia ellos. De la misma forma y para evitar cualquier contacto con nuestra boca y otras partes sensibles, después de acariciar a una de estas mascotas debemos lavarnos bien las manos.
Existe una bacteria que, si bien es muy rara, se encuentra en la saliva de los perros y gatos y es muy peligrosa para los seres humanos, especialmente si su sistema inmunológico está debilitado: la Capnocytophaga canimorsus. Esta bacteria puede ser transmitida a través de mordeduras, arañazos o, en algunos casos, contacto cercano con la boca del animal, como cuando se besa a un perro.
En casos extremos, este patógeno puede causar infecciones graves, como septicemia (infección generalizada en la sangre), que podría llevar a un shock, insuficiencia orgánica e incluso la muerte. Los síntomas más comunes de infección incluyen fiebre, dolor muscular, náuseas, vómitos y diarrea, así como infección en los órganos internos en ocasiones más graves.
Nicolos Gogichaishvili, más conocido en redes sociales como 'Profe Nicolos' (@profenicolos), compartía hace tiempo un vídeo a través de redes sociales en el que explicaba los peligros de la bacteria Capnocytophaga canimorsus en el organismo humano. Aunque afirmaba que el riesgo de contagio era bajo, las complicaciones que este patógeno puede causar en nuestro organismo son graves.
Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, como aquellas que han recibido trasplantes de órganos, los pacientes con cáncer que están recibiendo quimioterapia, o personas con enfermedades crónicas como la diabetes o VIH, tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones graves por esta bacteria transmitida por zoonosis.