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Mascotas

Los ojos de tu gato brillan, y son preciosos, pero comparten su siniestro origen con este superdepredador

Los ojos brillantes de los gatos y los tiburones blancos comparten un secreto evolutivo que te sorprenderá conocer

Los tiburones son depredadores verdaderamente sorprendentes Canva

Muchas veces nos hemos preguntado por qué los ojos de nuestras mascotas brillan en la oscuridad como pequeños faros. Esta característica, que puede resultar inquietante para algunos, esconde en realidad un mecanismo evolutivo extraordinario.

Durante siglos, los humanos hemos observado este fenómeno sin comprender completamente su origen. Ahora sabemos que detrás de ese brillo se encuentra una adaptación biológica que conecta a nuestros gatos domésticos con algunos de los depredadores más temibles del océano.

Por sorprendente que pueda parecer, el mismo sistema que permite a los felinos cazar en la penumbra es el que utilizan los tiburones blancos para navegar por las profundidades marinas.

El mecanismo detrás del brillo nocturno que comparten felinos y escualos

El tapetum lucidum es el nombre de la estructura responsable de este fenómeno, según apuntan desde IFLScience. Esta capa reflectante de tejido se sitúa detrás de la retina y actúa como un espejo biológico, devolviendo la luz que no fue absorbida inicialmente por los fotorreceptores.

Cuando la luz penetra en el ojo, atraviesa la córnea, la pupila y el cristalino antes de alcanzar la retina. En animales que carecen de tapetum lucidum, cualquier fotón no capturado se pierde definitivamente. Sin embargo, aquellos que poseen esta adaptación obtienen una segunda oportunidad para procesar esa luz reflejada.

Gatos, perros y tiburones blancos comparten esta ventaja evolutiva que mejora considerablemente su visión nocturna. Para los felinos, supone una herramienta crucial en sus actividades de caza durante las horas de menor luminosidad. Los tiburones, por su parte, aprovechan esta capacidad para detectar presas en las profundidades oceánicas donde la luz solar apenas llega.

Curiosamente, el color del brillo varía según la composición específica del tapetum lucidum. Mientras que los gatos suelen mostrar tonalidades verdes o amarillas, los perros pueden presentar azules, verdes o amarillas. Los caimanes, en cambio, exhiben un característico resplandor rojizo. Así, podemos ver cómo hay muchos animales que comparten esta evolución genética.

Numerosas especies de aguas profundas han desarrollado adaptaciones similares para aprovechar al máximo la escasa luz disponible en sus entornos. Esta convergencia evolutiva demuestra cómo la naturaleza encuentra soluciones similares para problemas parecidos en especies completamente diferentes.

Próxima vez que observes los ojos de tu gato brillando en la oscuridad, recuerda que estás contemplando la misma innovación biológica que permite a los grandes tiburones blancos dominar las profundidades marinas. Al fin y al cabo ¿Qué es tu gato sino un increíble depredador?