
"Yo desde luego no”
Más datos sobre el cardenal español del cónclave que no quiere ser el nuevo papa: sus orígenes humildes en Creta, Teruel
Juan José Omellas fue nombrado en 2015 arzobispo de Barcelona por Francisco

“Yo no me voy a votar, evidentemente, y si vosotros pudieseis votar, pues no sé a quién votaríais, o sea que lo dejamos en las manos del Espíritu Santo. Él será el que guíe y los cardinales quienes se dejen guiar por el espíritu y veremos a ver quién sale. Yo desde luego no”, ha declarado recientemente el arzobispo y cardenal Juan José Omellas.
Reacción rápida a las muchas voces de expertos que hasta ahora colocaban al religioso turolense como uno de los candidatos más firmes a la sucesión del Papa Francisco, que falleció este pasado lunes por un ictus a los 88 años. Pero lo cierto es que el religioso forma parte del famoso cónclave que reunirá entre los próximos 5 y 11 de mayo a los 130 cardenales menores de 80 años que decidirán, de entre ellos, al próximo líder de la Iglesia Católica en el mundo.
Así será el cónclave
Hasta dos votaciones -una tercera adicional el primer día- con las que estos religiosos que se reunirán en la Capilla Sixtina tendrán que llegar al nombramiento del nuevo papa que tendrá que conseguir dos tercios de los votos totales, es decir, 94 votos.
Así pues, aunque el clérigo natural de Creta -pequeño municipio de la provincia de Teruel- no busque ser el próximo Santo Padre, este tienen las mismas ‘quinielas’ de ser elegido que el resto de sus 129 compañeros. Además, según lo que ha trascendido hasta el momento Omella era uno de los cardenales más cercano al papa Francisco, por lo que si fuera elegido probablemente seguiría la conocida línea más ‘abierta’ del argentino durante su mandato.
Quién es el cardenal de Teruel
Lo cierto es que el católico aragonés, de 79 años, tiene una larga trayectoria como miembro en la Iglesia Católica en nuestro país, De familia humilde de Creta, su madre fue costurera y su padre agricultor, rápidamente salió del municipio para estudiar Teología en el seminario de Zaragoza. En 1970 cumplió su primer hito: fue nombrado sacerdote y, a partir de ahí, su responsabilidad en la Iglesia solo ha ido en ascenso.
1996 en otro importante momento en la vida religiosa del septuagenario, pues el papa Juan Pablo II le nombró obispo titular de Sasabe y obispo auxiliar de Zaragoza. Mismo año, en el que solo meses después, fue consagrado por el arzobispo Elías Yanes.
Y no sería la única ocasión en la que se encontrara con Pablo II, pues este solo tres años más tarde, en octubre de 1999, el pontífice entonces le nombró obispo de Barbastro-Monzón. En 2004 también lo sería de de Calahorra y La Calzada-Logroño.
Pero su dilatado currículum religioso no termina aquí. En 2015 el papa Francisco lo nombró arzobispo de Barcelona y, poco después, en 2017, también fue elegido por este como uno de los cinco nuevos cardenales que decidió nombrar. Desde luego, una fe y vocación más que demostrada durante décadas.
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