Único en Europa
Más datos sobre el Castillo Rojo: está construido sobre un asentamiento musulmán
La piedra de rodeno consigue el color rojizo tan característico para un castillo fundamental en la historia del Reino de Aragón
Emplazado en el epicentro de la provincia de Teruel, el Castillo de Peracense es testimonio directo de la vida medieval en tierras aragonesas. Coronando el municipio homónimo, un pequeño pueblo de menos de 80 vecinos, la inquebrantable fortaleza se alza sobre un elevado peñasco de piedra roja, formando parte así parte de una manera muy peculiar con la excepcional escena natural de Sierra Menera. El monumento arquitectónico se remonta al siglo XIII, cuando se erigió sobre una base preexistente de estilo islámico, consolidándose así como bastión de defensa de los caballeros de entonces.
La fortaleza, ubicada a solo 50 minutos en coche de Teruel capital, destaca por estar construida íntegramente en piedra de rodeno, de un singular tono rojizo que le pone en total armonía con el resto del entorno por ser una roca local. Pero más allá de una estética que le confiere un aspecto único en Europa, el Castillo de Peracense esconde una historia digna de ser contada al resto de generaciones.
Rol fundamental para la Corona de Aragón
Hay que echar la mirada muchos siglos atrás, pero no por ello forma menos parte de la historia de Teruel. Y es que este castillo medieval tan excepcionalmente conservado desempeñó un rol fundamental como fortín militar en la época medieval, en el marco temporal de la Corona de Aragón. Su construcción en el siglo XIII consiguió saciar la importante necesidad de controlar los pasos y rutas de acceso a todo el reino desde el sur.
Pero volvamos al día de hoy. En la actualidad, tanto castillo como fortaleza se conservan muy bien, consiguiendo así que sus pocos turistas exploren de muy cerca sus elementos defensivos más característicos, como son sus vertiginosas torres de vigilancia o el gran portón de acceso. Porque efectivamente es un destino turístico tan poco conocido de la comunidad aragonesa, que solo algunos han podido disfrutar de su museo interior -ya que todo el castillo es visitable por dentro- en el que se pueden observar objetos conservados de la época y, sobre todo, armas tan icónicas de entonces como sus flamantes cañones de campaña.
La foto roja
¿Te gusta la fotografía de paisaje? Porque tienes otra razón más para visitar el Castillo Rojo. Y es que desde diferentes miradores próximos puedes disfrutar de instantáneas indescriptibles en las que la piedra local, como material de construcción, se mimetiza de una forma más que virtuosa con el entorno rojizo próximo, tan diferente y espectacular.
Y, para terminar, qué mejor que una buena recomendación de los habitantes de Peracense. Según ellos, la belleza natural del paisaje colindante cobra un atractivo vibrante durante los meses de primavera, momento en el que los campos se visten de coloridas tonalidades, los caminos de montaña invitan a su indagación y los cielos son celestiales. Ahora es, por tanto, el mejor momento para conocer su castillo y entorno salvaje.