Comportamiento inaceptable
Mata a un gato lanzándolo contra el aire: el supuesto autor de este maltrato animal es un menor de Huesca
Ha sido en un centro educativo, contexto muy relevante para los jueces del caso
El Eprona, de la Guardia Civil en Huesca, ha investigado recientemente a un menor de edad como posible autor de un delito de maltrato animal, tras la muerte de un gato lanzado en al menos dos ocasiones al aire. El suceso sucedió dentro de un colegio de Huesca capital, el 12 de febrero, según informan en ‘El Diario de Huesca’.
Los agentes del Equipo de Protección de la Naturaleza fueron informados sobre el hecho ahora en fase de investigación judicial, por lo que rápidamente comenzaron a recoger datos y testimonios que dirigían todas las sospechas hacia uno de los alumnos del centro. Así pues, se pudo llegar muy pronto a la conclusión de que el menor de edad lanzó al animal hacia arriba en dos ocasiones, provocando su muerte de una forma intencionada.
Le habría provocado la muerte de forma intencionada
Fue casi un mes más tarde, el 7 de marzo, cuando el suceso fue denunciado por el personal del centro, momento clave en el que los agentes procedieron a la identificación y la investigación formal del alumno como posible responsable de un delito de maltrato animal. Al tratarse de un menor de edad, las diligencias del caso fueron enviadas a la Fiscalía de Menores de Huesca, quienes ya se están encargando de instruir el procedimiento judicial correspondiente. Según las leyes actuales en nuestro país, el maltrato animal está tipificado en el Código Penal español como delito, y los comportamientos contra estos que les provoquen heridas o, en el peor de los casos, la muerte, pueden ser castigados severamente.
[[H2:¿Lo considerarán los jueces ‘maltrato especialmente cruel’?]]
Así lo expresa el artículo 337 del Código Penal: quienes maltraten a un animal con dolo, provocando en ellos lesiones graves o la muerte directamente, podrán enfrentarse a condenas de cárcel de entre 3 meses y 1 año, o bien a trabajos en beneficio de la sociedad y cuantiosas multas económicas. Además, si el maltrato o abuso animal es especialmente cruel, la pena podría aumentar considerablemente.
Está por ver cómo los jueves aplican en este caso sucedido en Huesca el artículo del C.P., pues según los expertos en materia judicial, el hecho de que el maltrato al gato -con el peor de lo finales, además- se haya producido en el interior de un centro educativo, añade al supuesto delito un contexto que podría ser muy relevante en el desarrollo de su juicio y la sentencia final.