En Zaragoza
Murió el mismo mes que el papa Francisco, pero en 2024: así fue el trágico final del 'cura rockero'
"Javi era un tío especial, de los que merecía la pena conocer, aunque no estaba bien visto por algunos religiosos", dijo un vecino sobre él
Javier Sánchez, sacerdote del barrio de San Gregorio de Zaragoza, será recordado en la capital aragonesa por su entusiasmo, alegría, excelente labor en la Iglesia y, también, su música. Tanto le apasionaba, que sus vecinos cariñosamente le apodaron como el 'cura rockero'. Ahora se cumple un año desde un trágico final que nadie pudo cambiar: un capellán le dio la extremaunción al comprobar que no iba a salvarse de una muerte segura.
La prensa local abría así, un 4 de abril de 2024, con la triste noticia: el clérigo fallecía durante esa madrugada en el hospital Miguel Servet a consecuencias de las graves quemaduras sufridas durante la vigilia pascual, solo unos días antes. El accidente, al célebre cura se le prendió el hábito con una vela, le costó la vida a sus 60 años.
Por una vela
El dramático suceso tuvo lugar en el convento del barrio de Santa Isabel, residencia del religioso. Según trascendió en aquel momento, a Sánchez le saltó una chispa al encender la vela y esta le quemó casi al instante el hábito que llevaba puesto. Las llamas incendiaron sus ropajes y, por lo menos le produjo graves quemaduras en el 50% de su cuerpo.
"El cura intentó proteger a las monjas del convento cuando se produjo la quema de la brasa en el cuenco que se utilizó y eso le produjo al final la muerte. Al parecer se había utilizado una sustancia inflamable en la quema. La celebración se realizó en el interior del convento", comunicaron entonces fuentes del Arzobispado de Zaragoza, dando paso así a la conmoción y consternación entre aquellos zaragozanos que conocían de cerca al cercano y querido sacerdote.
Javier Sánchez nació en Madrid pero muy pronto llegaría a la capital del Ebro, con tan solo 15 años, para ingresar en la orden de los Franciscanos Conventuales y, seguidamente, realizar COU en el colegio de las Teresianas, en las Delicias. Tras su formación, una vida religiosa sin descanso y siempre en Zaragoza. Fue "capellán de hospital y párroco de las iglesias de La Jota o San Gregorio", difundieron entonces desde el arzobispado.
Con personas como éstas sí que tiene sentido muchas cosas
"Javi era un tío especial, de los que merecía la pena conocer, aunque no estaba bien visto por algunos religiosos. Yo lo conocí cuando tenía 15 años, cuando estaba con los Franciscanos", relataba también, compungido, tras conocer la mala noticia uno de sus más fieles seguidores. "Con personas como éstas sí que tiene sentido muchas cosas. Y no lo digo ahora con esta desgracia, pero va a dejar un hueco enorme y muchos recuerdos", concluía para 'El Periódico de Aragón'
¿Y por qué lo del 'cura rockero'? Además de cumplir virtuosamente con su labor religiosa y espiritual, Javier Sánchez era un gran aficionado a la música, y, a su vez, un apasionado de la guitarra. Pero, también, esa otra aptitud la ponía al servicio de la Iglesia. Daba conciertos, y muchos tenían como finalidad la recaudación de fondos para causas benéficas.