Psiquiatría

Cirugía cerebral para tratar la anorexia

«El sistema límbico regula las emociones y activa o inhibe zonas de la corteza cerebral»

Cirugía cerebral para tratar la anorexia
Cirugía cerebral para tratar la anorexialarazon

Si bien es cierto que la causa real de este trastorno alimenticio sigue siendo desconocida, al tratarse de un comportamiento anómalo de la conducta sí se podría esperar que pudiera ser modificado alcanzando las zonas del cerebro que son responsables de esta conducta

Si bien es cierto que la causa real de este trastorno alimenticio sigue siendo desconocida, al tratarse de un comportamiento anómalo de la conducta sí se podría esperar que pudiera ser modificado alcanzando las zonas del cerebro que son responsables de esta conducta. El doctor Roberto Martínez Álvarez, jefe de Servicio de Neurocirugía Funcional del Hospital Ruber Internacional de Madrid, junto con su equipo, es pionero en los tratamientos de trastornos mentales por radiocirugía. Él mismo nos explica que «el sistema límbico regula las emociones y activa o inhibe zonas de la corteza cerebral», a lo que el doctor Juan Álvarez-Linera Prado, director del Área de Neuroradiología, añade que «teniendo esto en cuenta, lo que se denomina Radiocirugía funcional busca modular este comportamiento para tratar de ayudar al paciente a que recupere un hábito alimentario normal».

Antes de llevar a cabo la intervención es necesario que los candidatos se sometan a un estudio prequirúrgico para medir su rendimiento cognitivo y la actividad cerebral. La doctora Nuria Martínez Moreno, especialista en Radiocirugía Gamma, detalla que la máquina empleada en este tipo de cirugías concentra los haces radiados en la zona a tratar, y lo que se consigue es modular la función cerebral para anular la obsesión. O, lo que es lo mismo, el paciente deja de sentir la sensación de ansiedad que antes le producía, en este caso, la comida. Durante la operación tiene lugar un proceso llamado «neuromodulación» mediante el cual permanece intacta la función de la célula pero se alteran sus cualidades de conectividad.

El doctor Marcos Ríos-Lago, neuropsicólogo del mismo centro, concluye que, si bien no se puede hablar de curación, sí de una reducción muy significativa de los síntomas y, por tanto, una notable mejora en la calidad de vida. Mediante una operación quirúrgica se consigue tratar trastornos mentales que, hoy por hoy, en muchas ocasiones no sabemos cómo gestionar de un modo totalmente eficaz, y mucho menos cómo curarlos.

Edades tempranas

Los trastornos de la conducta alimentaria aparecen hoy mucho más pronto que hace unos años. Ésta es una de las principales conclusiones extraídas en el Congreso Hispano Latinoamericano de Trastornos de la Conducta Alimentaria celebrado en Barcelo. Según la presidenta de este encuentro y directora ITA –red de recursos asistenciales especializados en Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)–, Montse Sánchez, «la adolescencia hoy llega antes que hace unos años, con lo cual cada día diagnosticamos casos de TCA más precoces, entre los 10 y los 11 años de edad». Alguien que conoce muy bien esta problemática es Anna Noguera, psiquiatra infantojuvenil de ITA, quien asegura que «cada vez llegan pacientes en edad más temprana y ya empiezan a aparecer estudios que corroboran el aumento de casos entre los 6 y los 12 años». Esto supone que familias y escuela deben estar muy atentos, ya que es mucho más difícil de detectar esta problemática en niños y niñas tan pequeños ya que, «en estos casos. la enfermedad avanza mucho más rápido».