Diseño
Cardiología intervencionista
El tratamiento de la patología cardiovascular ha dado un salto cualitativo en los últimos años con la consolidación de grandes avances tecnológicos que han permitido la reparación de casi cualquier daño del motor encargado de bombear la sangre de todo el organismo. La introducción de las imágenes 3D combinadas con las intervenciones mínimamente invasivas reducen el riesgo para los pacientes, elevan la precisión y ahorran importantes costes al sistema.
1 ¿Qué son las intervenciones mínimamente invasivas?
En el campo de la Medicina se intentan desarrollar intervenciones más precisas, pero con un menor impacto sobre el paciente. Incisiones más pequeñas, de apenas milímetros, acompañadas de actuaciones más precisas en procesos complejos en los que se empleaba la cirugía abierta y que hoy son posibles gracias a los avances de la tecnología guiada por imagen. En el caso de las intervenciones cardíacas, han supuesto una gran revolución, ya que, en algunos casos, se evita los riesgos de las intervenciones torácicas.
2 ¿Qué dificultades supone este tipo de intervenciones?
Suponen un desafío para el profesional, ya que además, las nuevas y complejas intervenciones en cardiopatías estructurales requieren que los especialistas trabajen conjuntamente, guiados con rayos X y ecografías para visualizar las zonas anatómicas esenciales, por donde navegan los cateteres. Ya sea para implantación de válvula aórtica transcatéter (TAVI), clipado de la válvula mitral u oclusión de la orejuela izquierda, las imágenes 3D mejoran la identificación de los objetivos, simplifican la implantación de dispositivos y posibilitan una evaluación inmediata de los resultados.
3 ¿Cuáles son los avances y las características de estos sistemas?
En la actualidad, se han desarrollado herramientas de inteligencia anatómica para planificar y tratar enfermedades cardiacas. Hay herramientas que superponen la imagen del escáner CT con la de Rayos X en tiempo real y realizan una medición automática de las características anatómicas individuales del corazón de cada paciente. De esta manera, el clínico puede conocer el diámetro exacto de la válvula aórtica, u obtener el perímetro, y verlo representado en una imagen en 3D señalada por un código de colores que distingue las estructuras. Esto permite segmentar el músculo cardiaco y visualizar únicamente la estructura anatómica sobre la que el médico va a trabajar, desde cualquier ángulo (360º). Las herramientas para intervenciones específicas y la integración de modalidades de diagnóstico por imagen multiplican la fiabilidad y mejoran el flujo de trabajo del equipo de cardiología.
4 ¿Qué ventajas para el paciente?
La reducción de riesgos y la vuelta a la vida normal del paciente son dos de los principales beneficios de las intervenciones menos invasivas. Éstas garantizan una recuperación más rápida y reduce la estancia hospitalaria, por el hecho de que no haya lesiones físicas que requieran de cuidados hospitalarios continuados.
5 ¿Qué aporta este tipo de intervención a la institución hospitalaria?
Este tipo de procedimientos, precisa de un equipo de trabajo complejo, que necesitan un elevado nivel de coordinación para llevar a cabo el diagnóstico y tratamiento del paciente. La automatización de las técnicas y la capacidad de planificar previamente, reduce el margen de error de la intervención y, por ende, el nivel de estrés del equipo que se repercute en el éxito de la intervención. Estas nuevas técnicas, ayudan a reducir el número de reingresos y reducen el tiempo de hospitalización del paciente, lo que se traduce en un ahorro de costes considerable para la institución.
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