Taipéi
La bacteria de la neumonía también puede invadir el corazón
Tener neumonía bacteriana conlleva un elevado riesgo de padecer problemas cardíacos como la insuficiencia o las arritmias, unas dolencias que contribuyen a una elevada mortalidad, tanto en la fase aguda de la infección como en la fase de convalecencia, e incluso hasta un año después.
Sin embargo, el por qué de estos eventos cardíacos adversos no estaba claro.
Ahora, un equipo internacional de investigadores ha demostrado que la bacteria que causa la neumonía (la Streptococcus pneumoniae) es capaz de pasar al torrente sanguíneo e infectar no sólo a los pulmones, sino también a otros órganos como el corazón.
El estudio, en el que han participado médicos del Hospital Universitario de Getafe y del CIBER de Enfermedades Respiratorias, se publica hoy en Plos Pathogens.
«La neumonía bacteriana, la más común de las neumonías, se produce cuando las bacterias que la originan anidan en los alveolos del pulmón, dificultado el intercambio gaseoso y produciendo insuficiencia respiratoria», según explica a Efe el investigador del Hospital de Getafe y coautor del estudio Andrés Esteban.
En muchos de estos casos, el paciente tiene sepsis (infección) debido a la presencia de la bacteria del neumococo en la sangre y además sufre problemas como arritmias o insuficiencia cardiaca.
El estudio, hecho con ratones, macacos y tejido cardíaco de pacientes humanos que habían fallecido por neumonía y sepsis pneumocócica, demuestra que las bacterias de la neumonía son capaces de invadir y afectar al corazón y causar insuficiencia cardiaca y arritmias importantes.
El origen de estos fallos cardiacos son unas microlesiones que no habían sido descritas previamente y que confirman que la bacteria causante de la neumonía es capaz de afectar al miocardio, concluye Esteban.
A nivel molecular, los investigadores concluyeron que las microlesiones distribuidas aleatoriamente en el miocardio ventricular, están originadas por una toxina segregada por la Streptococcus pneumoniae, la neumolisina, que es la responsable de la muerte de las células del músculo del corazón.
El hallazgo de estas microlesiones es «una novedad importante» porque se demuestra que la sepsis pneumocócia no se limita a los pulmones, sino que también «puede afectar al corazón mediante la formación de estas lesiones microscópicas que parecen contribuir a eventos adversos cardiacos tanto en la fase aguda como a medio plazo», explica.
«Probablemente, estos hallazgos puede servir para modificar el tratamiento de la neumonía pneumocócica, teniendo en cuenta que la presencia de una insuficiencia cardiaca o una arritmia no bien explicada parece corresponder al tipo de lesiones descritas en este estudio», asegura Esteban.
La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los alveolos pulmonares, unos pequeños sacos que en las personas sanas se llenan de aire al respirar y que en los enfermos de neumonía se rellenan de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta infección es la principal causa individual de mortalidad infantil en todo el mundo.
Se calcula que mata cada año a unos 1,1 millones de niños menores de cinco años, lo que supone el 18 por ciento de todas las defunciones de niños menores de cinco años en todo el mundo.
La neumonía afecta a niños -y a sus familias- de todo el mundo, aunque su prevalencia es mayor en el África subsahariana y en Asia meridional.
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