España

Endesa integra su modelo de sostenibilidad

La compañía eléctrica afronta el proceso de descarbonización de su actividad, al tiempo que invierte en la formación, el empleo y el ahorro de la familias que viven en los lugares en los que operan

La central cuenta con dos grupos de vapor de 40MW, dos turbinas de gas de 37MW y una de 17MW
La central cuenta con dos grupos de vapor de 40MW, dos turbinas de gas de 37MW y una de 17MWlarazon

Uno de los retos de Europa es descarbonizar su economía para el año 2050. Todos los sectores están implicados, incluido el eléctrico. De hecho, una de las principales empresas eléctricas del país, Endesa, prevé un crecimiento de un 30% en sus inversiones en renovables de aquí a 2021. «El Plan Estratégico 2019-2021 y el Plan de Sostenibilidad incluyen objetivos de incremento de producción con fuentes renovables, reducción de emisiones y reducción de potencia instalada en generación térmica», dicen desde la compañía. Los cambios en el modelo de negocio se dan a muchos niveles. Desde 2016, Endesa se encuentra en un proceso de integración de la sostenibilidad en su estrategia, bajo el enfoque de Creación de Valor Compartido, CSV, que responde simultáneamente a las «necesidades» de las actividades de construcción y a las realidades del territorio donde opera. Esta apuesta le ha valido que este 2019 se convierta en el tercer año consecutivo en el que la compañía es seleccionada por la Oficina Española de Cambio climático para el desarrollo de tres Proyectos Clima, el instrumento de financiación del Gobierno para iniciativas que se desarrollen en España y reduzcan emisiones en los llamados sectores difusos, aquellos que no se encuentran sujetos al régimen europeo de comercio de derechos de emisión, como transporte, agricultura, residencial o residuos. Endesa estima que las reducciones de emisiones alcanzarán más de 800 toneladas de CO2 al año.

Empleo

En esta edición destaca el Plan de Sitio de Construcción Sostenible, que engloba diversas acciones que se están poniendo en marcha en la construcción de nuevos proyectos y que buscan el valor compartido entre empresa y comunidad. «Se trata de maximizar los beneficios en el entorno; pensamos que integrar a la comunidad es la única forma posible de hacer negocio», explica Inmaculada Fiteni, responsable de proyectos de Sostenibilidad de Endesa.

Las acciones CSV resultan verdaderamente importantes en aquellas centrales térmicas que se están cerrando como las de Compostillas y Teruel. Las veteranas en estos planteamientos sociales se encuentran en Canarias, aunque especial mención merece la de Candelaria en Tenerife, una instalación que dota de luz a esta isla desde hace más de 50 años. «Detectamos que el nivel de desempleo juvenil en esta localidad era muy alto; también había un problema de pobreza energética. Una vez detectados los problemas, nos juntamos con la organización Cruz Roja y el Ayuntamiento, porque siempre buscamos ir de la mano de otros agentes. Se puso en marcha un programa de empleabilidad y formación y ya el primer año el 60% de los participantes encontró empleo. En 2018, segundo año de la iniciativa, más de la mitad consiguió trabajo», explica Fiteni.

También colaboran con Cáritas en ocho territorios peninsulares para dar cursos de formación profesional básico en electrotecnia, que incluyen prácticas en alguna central. La colaboración se lleva a cabo desde 2012 con una media de 15 alumnos por año. Además, se ha desarrollado un plan de ayuda a las familias en riesgo de pobreza energética. Se han hecho dos ediciones: en la primera, los voluntarios intervinieron en 25 familias y en la última edición se ha llegado hasta las 200.

El voluntariado supone asesoramiento en gasto e incluye desde el análisis de las facturas a la entrega de un kit de ahorro que contiene bombillas LED, por ejemplo. Los ahorros conseguidos para las familias alcanzan el 30-40% del total de la luz.