Badajoz
Municipios se unen para mejorar la gestión del agua
La gestión del ciclo urbano del agua se enfrenta a retos complicados que ponen en jaque la sostenibilidad de los modelos tradicionales. Infraestructuras que llegan al final de su vida útil, contratos de muy larga duración, cánones concesionales no finalistas que gravan los recibos de los usuarios o una escasa capacidad técnica de las entidades locales son algunas barreras a superar en la lucha por mantener el control de la gestión del agua en manos públicas y ofrecer servicios de calidad, a precios justos y reales. En la provincia de Badajoz, la diputación ha impulsado un modelo gestión supramunicipal con resultados positivos. El consorcio Promedio es un ejemplo de colaboración intermunicipal que comparte recursos técnicos y gobernanza para la gestión del agua y los residuos.
Hace doce años gran parte de los ayuntamientos de la provincia pacense decidieron agruparse para gestionar lo que decidieron llamar «servicios básicos». No era más que facilitar la recogida mancomunada de muebles y enseres voluminosos, lavar los contenedores de basura o contar con camiones de desatasco de redes de saneamiento. La experiencia funcionó y el modelo se amplió a servicios de mayor trascendencia: la recogida de residuos urbanos y el abastecimiento y depuración del agua. Sus responsables destacan que apenas una década ha bastado para ganarse la confianza de los alcaldes y alcaldesas. Así, Promedio se ha convertido en una de las principales opciones de los ayuntamientos para la gestión pública eficaz y sostenible.
¿Qué hace atractivo a este modelo? En primer lugar, la asociación al consorcio es voluntaria y cada miembro de la agrupación demanda los servicios que le interesan, por lo que respeta la competencia municipal. Además, participan directamente en la toma de decisiones, a través de su junta general. Compartir costes entre municipios es otro de los puntos fuertes, ya que genera economías de escala en la gestión de los recursos humanos y técnicos. Los usuarios pagan lo mismo vivan donde vivan, ya que los servicios se prestan en igualdad de condiciones en una localidad de 500 habitantes que en otra de 15.000. Es una medida para contar con servicios de ciudad en el mundo rural y, con ello, contribuir a fijar población.
En la operativa, Promedio apuesta por un sistema mixto público-privado: el consorcio trabaja con empresas proveedoras de bienes y servicios, pero no realiza contratos de concesión. Se contratan asistencias técnicas para reparaciones, tareas de mantenimiento, consultoría, etc. Ningún contrato supera los 4 años ni se grava con cánones o figuras similares y las inversiones se realizan con medios propios. Se dedican grandes cantidades de recursos propios al control y mejora de los servicios. También cabe destacar el apoyo de las nuevas tecnologías, con una red provincial de comunicaciones sobre la que se ha armado un sistema de telecontrol y telegestión.
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