Aunque el verano está bastante avanzado como para pensar en una operación bikini, nunca es mal momento para replantearse la propia alimentación, no sólo con miras estéticas, sino pensando en la salud... Al contrario de lo que muchas personas piensan, es posible reducir nuestro peso de manera natural y no drástica!

Aunque el verano está bastante avanzado como para pensar en una operación bikini, nunca es mal momento para replantearse la propia alimentación, no sólo con miras estéticas, sino pensando en la salud... Al contrario de lo que muchas personas piensan, ¡es posible reducir nuestro peso de manera natural y no drástica!

De hecho, las dietas exprés, los cambios bruscos de alimentación y los largos períodos de alimentación escasa para contentar a la báscula provocan más daños de los que reparan. Si esto es sabido por todos, ¿por qué siguen triunfando las promesas vacías de planes alimenticios milagrosos?

Para que no caigas en las redes de charlatanes y falsas dietas milagro, hoy te contamos cómo se debe proyectar un buen plan de alimentación, para que que éste sea verdaderamente sano y productivo.

Antes de pasar a explicar qué alimentos pueden ayudan a conseguir el peso ideal, es indispensable erradicar para siempre el mito de la dieta como un período de carencias alimenticias transitorio, tras el cual, y con el cuerpo que siempre hemos soñado, podemos volver a los viejos hábitos.

Los expertos en alimentación y nutrición lo reseñan de manera clara: una dieta puede ser tanto buena como mala, ya que es el régimen de alimentación que una persona sigue durante períodos largos de su vida, en otras palabras, si la alimentación de un individuo está basada en las grasas saturadas, dulces y refrescos, su dieta estará basada en alimentos dañinos.

La buena alimentación es un proceso que debe continuar en el tiempo, buscando resultados a medio y largo plazo: cuando es correcta, la talla de ropa no oscila, sino que se mantiene constante, siempre y cuando no surjan otro tipo de trastornos, como desarreglos hormonales.

La mejor forma de conocer la dieta más apropiada a cada momento vital es consultar con un experto en nutrición, que puede orientarnos acerca de cuáles son nuestra necesidades en función de la edad, el trabajo, el metabolismo, etc. La vida diaria no siempre lo pone fácil a la hora de añadir una cita más a nuestra agenda y por eso cada vez está más de moda consultar con un nutricionista online, que puede realizar todo el seguimiento valiéndose de herramientas telemáticas.

¿Qué hacer si, como hemos mencionado antes, el exceso de peso no está relacionado solo con una mala alimentación, sino que surge por problemas hormonales o irregularidades con el funcionamiento de las tiroides? En este caso, puede ser necesario complementar la terapia alimenticia con una consulta médica con el especialista en estos trastornos, el endocrino. En estos casos, contar con el apoyo de un seguro médico privado, que incluya las consultas de ambos especialistas, puede suavizar los costes económicos del proceso, al mismo tiempo que minimiza las listas de espera.

Mientras se lleva a cabo la nueva dieta -recomendada por un experto-, hay dos intervenciones que pueden resultar clave para ayudar al adelgazamiento y, sobre todo, para evitar la temida flaccidez: deporte y ayudas estéticas.

Acerca de la primera no es necesario comentar nada: es sabido que la práctica de deporte en función de las necesidades y capacidades de cada uno (caminar a buen ritmo está al alcance de todos y es un excelente ejercicio) ayuda no sólo a adelgazar y mantener un peso saludable, sino a cuidar de la salud.

Respecto a la segunda, cuenta con defensores y detractores. Es importante señalar que una intervención estética abarca un gran número de actuaciones que no tienen por qué suceder en un quirófano, aunque si la pérdida de peso es muy importante, puede que sea necesario someterse a una cirugía post obesidad que elimine las secuelas que ésta ha podido dejar en el cuerpo.

Nunca es tarde para someterse a una intervención de este tipo, pero lo más recomendable es seguir los consejos del médico especialista acerca de en qué etapa del proceso de adelgazamiento es más recomendable operarse.

Eliminar las salidas de ocio con amigos y familia no es una buena fórmula para perder peso: al fin y al cabo, no se puede estar toda la vida huyendo de los compromisos sociales. Es preferible aprender a salir sin renunciar a los nuevos y saludables principios que estamos incorporando a nuestra vida.

Para lograrlo, la mejor fórmula es acudir a restaurantes que ofrezcan una carta amplia, variada y saludable, como La Rollerie, en Madrid y Valencia, que ofrece recetas de cocina internacional que permiten consentir al paladar sin abandonar las buenas costumbres.

Si aprendemos a incorporar todos estos consejos a nuestra vida diaria, no tendremos que volver a hacer dieta, sino que ésta formará parte de nuestra alimentación sin que nos demos cuenta.