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¿Y si ser inseguro no es algo negativo?
Existe una especie de reglas sociales no escritas donde dentro de un listado de emociones mal vistas, ser inseguro ocuparía un puesto de honor. ¿Pero es realmente tan malo ser o sentirse inseguro? La respuesta es no, claro, no pasa nada por sentirse inseguro ante un determinado proceso de la vida. Aunque todo en su justa medida.
Existe una especie de reglas sociales no escritas donde dentro de un listado de emociones mal vistas, ser inseguro ocuparía un puesto de honor. ¿Pero es realmente tan malo ser o sentirse inseguro? La respuesta es no, claro, no pasa nada por sentirse inseguro ante un determinado proceso de la vida. Aunque todo en su justa medida.
Llevamos años tratando la inseguridad como un enemigo en nuestras vidas, tanto en el ámbito profesional como en el personal, pero la realidad es bien distinta. Sentirse inseguro ante algo no es otra cosa que una llamada a la acción, una especie de ¡SOS, necesito más habilidades para responder ante este input!
Estas habilidades que reclamamos de forma interna a nosotros mismos hacen referencia al ámbito personal, como la aceptación de uno mismo en las relaciones con los demás, o al profesional, cuando sentimos que tal vez no estemos listos para defender un proyecto en esa presentación que nos pone tan nerviosos.
Todo el mundo se ha sentido inseguro alguna vez; la inseguridad es una indicación de lo que necesitamos para construir alguna de estas tres habilidades:
1. Amor propio: el amor propio es la base del desarrollo de habilidades. Sin el amor propio, cualquier habilidad será mucho más difícil de lo que realmente debería ser. Debemos dejar a un lado las falsas alarmas condicionales del “y si...” y centrar nuestra mente en cosas productivas en lugar de colapsarla con un montón de inseguridades. El amor propio nos dará una oportunidad de oro para desarrollar habilidades de cualquier tipo.
2. Aprender a discernir: sobre todo en el ámbito profesional, todos hemos vivido ese momento en el que creemos que no estamos listos para enfrentarnos a algo. Y nos sentimos inseguros ante ello. Es el momento de ser objetivos y tratar de discernir entre el dónde estoy y el hasta dónde quiero llegar. Medir y comenzar a dar los pasos que necesito para conseguirlo es una cuestión de tiempo y esfuerzo. Recuerda el comienzo de este artículo, solo necesitamos más habilidades para conseguirlo.
3. Desarrollo de habilidades: y al hilo de los dos puntos anteriores, puede que ya tengamos un gran amor propio y que hayamos aprendido a discernir, pero ahora necesitamos la capacidad de desarrollar habilidades. Es como aprobar un examen para el que hemos invertido mucho tiempo preparándonos, ¿verdad que no se mediría como un éxito si no como una obviedad?, ¡por supuesto que íbamos a aprobarlo! Este es el mejor ejemplo, aunque básico, para demostrar que somos capaces de desarrollar actividades para un fin preciso.
Debemos tomar la inseguridad como una herramienta para mejorar nuestra vida, aunque a veces ésta sea un poco más complicada que un examen del colegio.
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