Crece la demanda de partos naturales

Crece la demanda de partos naturales y los centros médicos preparan sus instalaciones

Partos donde la única posición aceptada es en decúbito supino (boca arriba) con perneras, sin posibilidad de movimiento, en los que se estila el uso de enemas, donde en ocasiones se rasura el vello púbico (que favorece la aparición de infecciones en la zona genital), se pone el gotero de oxitocina, la episotomía... son sólo algunas de las acciones que se hacían –y afortunadamente cada vez menos– en la atención al parto en algunos hospitales. Sin embargo, naturalizar este acto es una cuestión que va ganando peso y más centros médicos buscan un alumbramiento más humanizado.

De hecho, como explica Fernando López Baeza, jefe de equipo del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Valencia, se trata de un concepto bastante actual y «se sabe que, en centros que promueven este tipo de parto la demanda está creciendo exponencialmente en los últimos años». En el parto respetado, expresión que prefiere emplear este especialista, «se trata, lógicamente, de atender una demanda pero también de promocionar una mejor salud a la mujer buscando no sólo un parto en condiciones seguras con un buen resultado para la salud del binomio madre /hijo sino también de intentar que ella tenga, al finalizar el proceso, la sensación de que este momento tan importante en su vida fue también bonito».

Por ello, el hospital Quirónsalud Valencia ha puesto en marcha una unidad especializada en parto natural con el fin de ofrecer una amplia diversidad de opciones para que la mujer decida la forma de dar a luz que más se adapte a sus preferencias. Por esta razón ha dispuesto una sala de dilatación y parto que ofrece la posibilidad de hacerlo en una bañera y sillas especiales para este fin, además de bandas de posicionamento materno que favorecen el confort a la madre.

Como explica Silvana Colombeli, obstetra de este mismo centro hospitalario, «mientras este proceso ocurre, que la gran mayoría de las veces puede ser doloroso, hay gran diversidad de medidas que pueden hacerlo mejor, menos doloroso y mas rápido. Caminar, bailar, la actividad sexual, orinar frecuentemente, movimientos de cadera sobre una pelota, sillas especiales y control del dolor son otras medidas que pueden favorecer la dilatación. La movilidad de la mujer durante este proceso es importante, si el nivel de dolor no lo impide». Además, «la dilatación en el agua aporta a la mujer una disminución importante de las molestias propias de las contracciones a la vez que permite una mejor relajación de la musculatura y suelo pélvico dándole una sensación de bien estar absolutamente inocua, disminuyendo la necesidad de analgesia, reduciendo el tiempo de parto y favoreciendo el descenso de la cabeza fetal por el canal del parto y en la mejor adaptación del neonato en los primeros minutos», prosigue.

Todas las actuaciones de la Unidad de Partos van dirigidas a la bajar de la tasa de cesáreas, el parto natural si así es demandado, y el hacer de ello algo normal, más humano. «Previo al momento de dar a luz nuestros profesionales consensúan con la futura mamá la manera con la que se llevará acabo su parto para actuar, siempre y cuando no haya contraindicación médica, según sus deseos y decisiones durante el proceso», asegura el doctor López Baeza.

Empoderar a la mujer

Porque, como apuntan Gema Marcos y María Ángeles Moreno, matronas de esta Unidad, respetar, en la medida de lo posible, las decisiones de la mujer respecto a su cuerpo y su parto, «no sólo hace que ellas se sientan empoderadas sino que depositen totalmente su confianza en nosotras. Y para nosotras, esa confianza es uno de nuestros mayores objetivos. Por este motivo, el trabajo en equipo e intentar trabajar al unísono es uno de nuestros mayores objetivos, transmitiendo a la mujer la tranquilidad de que, ya sea atendida por una matrona u otra va a estar en muy buenas manos».