Prevención
Homeopatía: Los profesionales médicos alertan de su ineficacia
El 32% de españoles recurre a estos productos, compuestos por una dosis infinitesimal de un principio activo, para tratar catarros y resfriados. Los médicos alertan del peligro de sustituir los tratamientos tradicionales, para el cáncer o la depresión, por alternativas sin evidencia científica
El 32% de españoles recurre a estos productos, compuestos por una dosis infinitesimal de un principio activo, para tratar catarros y resfriados
La homeopatía está formada por más de 19.000 productos, caracterizados por sus devotos como naturales, sanos y seguros. Su venta en farmacias, amparada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), aumenta cada año desplazando a fármacos clásicos como a los antibióticos en el tratamiento de infecciones. Desde 2013, el mercado de la homeopatía en España creció un 8,9 por ciento, según el informe elaborado por la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp). Su uso está dirigido principalmente a procesos patológicos leves como dolor de garganta o infecciones respiratorias. Sin embargo, actualmente, la eficacia defendida por los homeópatas se traslada a otras especialidades médicas, como el ámbito oncológico, donde se postula como una vía alternativa para aliviar los efectos secundarios de la radioterapia y la quimioterapia.
El abordaje de todas las patologías citadas se realiza, según la homeopatía, a partir de dos principios comunes: la idea de que «lo similar cura lo similar», de tal manera que aquello que genera síntomas en una persona sana puede curarlos en una persona enferma, y que la dilución infenitesimal de un principio activo potencia su eficacia.
Estos dos fundamentos han convencido a 10.000 médicos en España, que según el Libro Blanco de la Homeopatía utilizan esta terapia en sus prácticas cotidianas. Sin embargo, una gran parte de los profesionales médicos se opone a su utilización desde sus propios fundamentos. Para médicos como Vicente Baos, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y miembro de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), «la premisa de que lo similar cura lo similar no tiene ninguna base científica, por lo que se trata de una pseudociencia». La segunda característica de la homeopatía, que supone una dilución importante del principio activo en agua, supone para los expertos un procedimiento que disminuye el posible efecto de cualquier sustancia. «Para que haya una consecuencia tiene que haber una causa, es decir, una molécula que interaccione, por lo que si diluyes una y otra vez, al final lo que queda es sólo agua», explica José Miguel Mulet, bioquímico del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (Ibmcp) y autor del libro «Medicina sin engaños».
Este punto de partida, sin respaldo de estudios correctamente diseñados, lleva a parte de los profesionales médicos a advertir sobre los peligros por omisión de la homeopatía en pacientes con cáncer o con depresión y ansiedad. «En medicina cada enfermedad tiene un tratamiento específico, por lo que cuando se abandona o se retrasa por el uso de otras terapias, mientras la patología sigue su curso, se genera un gran riesgo», señala Mulet. En contraposición, el director médico de los laboratorios Boiron en España, Gualberto Díaz, defiende que la capacidad de los productos homeopáticos para aliviar los efectos de la quimioterapia y la radioterapia, «hace que el 70 por ciento de los pacientes oncológicos acudan a este tipo de terapias complementarias».
Pediatría
Las características, ventajas y riesgos de la homeopatía alcanzan una mayor relevancia en grupos de riesgo como los niños. Actualmente, más de 4.400 pediatras recomiendan el consumo de productos homeopáticos en España, según un estudio desarrollado en la Universidad de Zaragoza. Sin embargo, bajo la idea de que lo popular no siempre es lo correcto, Iván Carabaño, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, señala que «no existen bases científicas que nos permitan recomendar la homeopatía en niños». Ello se debe a la falta de ensayos clínicos que expliquen los efectos positivos de estos productos.
En este sentido, las tres ventajas atribuidas a la homeopatía no son tales, según Carabaño, debido a que «la seguridad no está demostrada, su complementariedad es posible simplemente porque su venta es legal y el buen trato al paciente es un aliado del tratamiento, que no es exclusivo de la homeopatía». Aún así, según el I Estudio sobre el Conocimiento y Uso de la Homeopatía en España, el 33 por ciento de las madres de entre 50 y 59 años acuden a este sistema para aliviar en sus hijos catarros, alergias o cólicos en lactantes.
Frente a esta postura, los profesionales sanitarios que no recomiendan su uso por la ausencia de fundamento científico, consideran que las razones de su uso son: miedo a efectos secundarios, vivir como un hecho patológico aquello que no lo es y la necesidad de hacer todo lo posible en el cuidado de los hijos. Estas razones sitúan la homeopatía como una vía paralela a la medicina, lo que hace que «el posicionamiento del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría sea el de no recomendar productos no avalados por ensayos clínicos», subraya Carabaño.
Los 400.000 profesionales de la salud que defienden su uso en 80 países de todo el mundo, según el laboratorio Boiron, lo hacen basándose en tres características: la ausencia de efectos secundarios, la individualización del tratamiento y su complementariedad con otros medicamentos.
Sin embargo, en primer lugar, la mayoría de profesionales sanitarios atribuyen la ausencia de contraindicaciones al abordaje de enfermedades leves y a una composición basada en sacarosa y agua. «La homeopatía se centra en procesos patológicos autolimitados, que mejoran con el tiempo, por lo que utilizan el efecto placebo de un artículo que es cien por cien azúcar», afirma Mulet. En segundo lugar, la eficacia de estas terapias se atribuye a un tratamiento personalizado en el que una consulta de seguimiento suele durar media hora. Sin embargo, aquellos profesionales que niegan su evidencia científica, destacan que la homeopatía desarrolla una filosofía que busca hacer sentir al paciente que está mejor atendido, sin que ello asegure la eficacia del tratamiento. En tercer lugar, «afirmar la complementariedad es un error que coloca dos contextos diferentes al mismo nivel. Además, cuando se utiliza la homeopatía y la medicina convencional se atribuye falsamente la curación a la primera y la falta de resultados a la segunda», resalta.
Por todo ello, dos son las teorías que rodean a la homeopatía. Por un lado, su eficacia es defendida por un 4 por ciento de los 238.204 médicos colegiados en España, según el Instituto Nacional de Estadística. Por otro lado, los profesionales médicos remarcan los riesgos de situar al mismo nivel a medicamentos convencionales y productos homeopáticos. «Ninguna enfermedad se ha curado por la homeopatía», concluye Baos.
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