Pacientes
Investigan técnicas estimulación cerebral para tratar Parkinson y Huntington
El objetivo es comprobar el efecto en estos pacientes de la estimulación magnética transcraneal y de la estimulación transcraneal por corriente directa
La Universitat Oberta de Catalunya y el Hospital de Sant Pau investigan nuevas técnicas de estimulación cerebral no invasiva para mejorar las alteraciones cognitivas, emocionales y conductuales de los pacientes con Parkinson y Huntington.
La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y el Hospital de Sant Pau investigan nuevas técnicas de estimulación cerebral no invasiva para mejorar las alteraciones cognitivas, emocionales y conductuales de los pacientes las enfermedades de Parkinson y de Huntington.
"La finalidad última es mejorar la calidad de vida de los pacientes", ha explicado la doctora Elena Muñoz Marrón, directora del laboratorio de investigación Cognitive NeuroLab y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, que lidera la investigación. El objetivo inicial de la investigación es comprobar el efecto en estos pacientes de la estimulación magnética transcraneal (TMS) y de la estimulación transcraneal por corriente directa (TDCs) y extraer los primeros resultados el próximo julio.
La doctora Muñoz, que presentará la investigación en la II Jornada de Avances en Neuropsicología, que tendrá lugar el viernes 25 de mayo, en el Instituto de Neurociencias de Valencia (Ivanna), ha explicado que la TMS y la TDCs tienen la capacidad de modular la actividad cerebral aplicando un campo magnético o una corriente eléctrica muy leve, respectivamente, que el paciente casi no percibe.
"Se trata de una aproximación terapéutica muy innovadora con la que queremos mejorar las dificultades cognitivas, emocionales y conductuales de los afectados por las enfermedades neurodegenerativas, que limitan en gran medida su vida diaria y la de sus familiares", ha añadido Muñoz. En la primera fase de la investigación participará, durante este mes, una muestra piloto de diez pacientes con enfermedad de Parkinson del Hospital de Sant Pau de Barcelona.
A cada paciente se le harán dos sesiones de estimulación en dos días consecutivos y después los investigadores valorarán si sus funciones cognitivas han mejorado con esta intervención puntual. En las fases siguientes, que se llevarán a cabo a lo largo de 2018, el estudio se ampliará a pacientes de la enfermedad de Huntington y se evaluará la eficacia de las técnicas en la mejora de diferentes capacidades cognitivas y en el estado de ánimo de los pacientes.
Según Muñoz, la estimulación cerebral no invasiva es una buena terapia complementaria de los tratamientos convencionales de estas patologías porque "puede ayudar a mejorar la calidad de vida del enfermo, no tiene prácticamente efectos secundarios, no es dolorosa y tiene un coste asumible". La estimulación cerebral no invasiva ya se aplica en el tratamiento de diversas patologías, pero todavía no se ha establecido como tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas.
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