Los hábitos saludables a expensas del nuevo huso horario

No hay acuerdo. Ni tampoco estudios científicos que avalen la adopción de un huso horario u otro. Desde que la UE anunciara la semana pasada que quitará el horario de verano, España se debate entre elegir el horario que tiene en invierno o quedarse con el estival. Esto prodece de una propuesta de la Comisión Europea (CE) que anunció el viernes pasado que hará una propuesta legislativa para eliminar el cambio horario bianual en la Unión Europea (UE), según el deseo manifestado por los ciudadanos europeos a través de una consulta pública. Un 84% de los ciudadanos europeos –en concreto un 93 % de los españoles, aunque el porcentaje de participación fue bajo España, la tasa fue del 0,19%– que se involucraron en la misma sobre el cambio de hora –unos 4,6 millones– se pronunciaron a favor de eliminar esta práctica, según los resultados preliminares de la encuesta publicados por la Comisión.

Diego Redolar, neurocientífico y profesor de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC), explica que la idoneidad de la adopción de uno u otro depende de muchos factores. «Por el lado de la neurociencia, podemos decir que la luz sirve para regular parte de los ritmos circadianos, pero no es la única responsable, porque los ciegos tienen otros estímulos». Aquí, como explica Redolar, «los estilos de vida marcarán mucho los hábitos. Si al llegar a casa es de día, uno aprovecha para estar más fuera o en el parque con los niños y al final eso retrasa el momento de la cena y la hora de irse a dormir. Y eso parece, a priori, negativo, pero cuenta a favor con los mecanismos hormonales que se desencadenan al recibir luz solar. Por el contrario, si uno llega de noche acelerará estos procesos y ganará horas de sueño».

De todas maneras, como apunta el neurocientífico de la UOC, «esa hora de más o de menos no es significativa a largo plazo, nunca vamos a estar tan a oscuras a mitad de la tarde como otros países al norte de Europa. No perdemos tantas horas de luz». En este sentido, el documento que ha presentado la Comisión Europea contempla que se adopte el horario que sea, no habrá afectación significativa para la salud de los ciudadanos. Pese a que estas fueron una de las razones que los encuestados aludieron a la necesidad de suprimir este cambio que se produce en marzo y octubre, junto al aumento de los accidentes de tráfico o la ausencia de ahorro energético como motivos para acabar con esta práctica.

Sin embargo, según fuentes comunitarias, la CE decidió plantear esta propuesta dado que los beneficios del cambio horario son «marginales» y su abolición podrá tener impactos positivos sobre la salud. La supresión del cambio de hora podría hacer volver a España al huso horario que tenía en 1940, que compartía con Portugal o Londres, y que abandonó por cuestiones políticas para adoptar a Berlín. Con este horario es el que se podrían adoptar habitos saludables beneficiosos con algunas horas más de descanso y el despertar sería más acorde a uno más natural, ya que de esta forma los españolas más cerca de nuestra hora solar.