Prevención

Patologías ligadas al envejecimiento de pacientes con VIH

Para prevenir la aparición de comorbilidades en estas personas es importante usar fármacos innovadores, eficaces y con toxicidad controlada

Patologías ligadas al envejecimiento de pacientes con VIH
Patologías ligadas al envejecimiento de pacientes con VIHlarazon

Para prevenir la aparición de comorbilidades en estas personas es importante usar fármacos innovadores, eficaces y con toxicidad controlada

La evolución de la terapia antirretroviral ha revolucionado el pronóstico y la supervivencia de las personas infectadas por VIH, consiguiendo reducir su mortalidad y mejorando su calidad de vida. Gracias a ello, hoy en día estos pacientes cuentan con el potencial de vivir casi tanto tiempo como la población general. No obstante, las investigaciones revelan que tienen un riesgo más elevado de padecer comorbilidades relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad.

Se entiende por comorbilidad la presencia de enfermedades coexistentes, o adicionales, en relación con el diagnostico inicial. El término se utiliza para describir dos o más trastornos que ocurren en la misma persona al mismo tiempo o uno después del otro. Implica también que hay una interacción entre las dos enfermedades que puede empeorar la evolución de ambas. Por eso, prevenir la aparición de esas comorbilidades asociadas y ayudar a conservar la salud a largo plazo debe convertirse en la máxima prioridad a la hora de tomar decisiones sobre los tratamientos que se administran.

Como en otras enfermedades crónicas, en el caso del VIH se mantiene un estado de inflamación crónica que aumenta el riesgo de patologías cardiovasculares, renales, alteración de la densidad mineral ósea, mayor incidencia de algunos tumores no definitorios de sida y un envejecimiento más precoz que se suman a los factores de riesgo clásicos para estas complicaciones, que suelen ser más frecuentes en la población con esta infección que en la población general.

Además, a medida que estos pacientes envejecen, determinadas comorbilidades como la diabetes, dislipemia, hipertensión arterial, eventos cardiovasculares, osteoporosis y disfunción renal son más prevalentes. Diversos síndromes geriátricos como la fragilidad o el deterioro cognitivo son más prevalentes a partir de la séptima década de la vida. A medida que las cohortes sigan envejeciendo, se deberá afrontar esta realidad.

Enfermedades más comunes

Los infartos o accidentes cerebrovasculares son una de las comorbilidades más frecuentes: comparados con la población general, las personas infectadas por VIH tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares que el resto. Se calcula que más o menos el 40% de los pacientes en tratamiento tiene un riesgo cardiovascular intermedio o alto. También presentan más probabilidades de sufrir alteraciones renales que la población general, pasando de un 5% hasta un 20%. La presencia de proteínas en la orina en una cantidad superior a la normal debe ser la señal de alerta para el diagnóstico de una afectación renal. Por eso es aconsejable que el paciente VIH tenga, al menos una vez al año, una medición de su función renal.

El VIH es un virus que puede afectar al sistema nervioso central y producir una serie de alteraciones que se manifiestan a nivel cognitivo, motor y psiquiátrico. Las alteraciones más frecuentes son las cognitivas que, según los últimos estudios, las sufre entre un 20% y un 70% de los pacientes con esta enfermedad. La mayoría de estas afectaciones son leves pero pueden llegar a producir cuadros de demencia. Por eso, optimizar el tratamiento de las personas con alteraciones cognitivas es imprescindible para producirles la menor toxicidad posible.