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Tratamiento personalizado para atajar la recaída en el cáncer de próstata

Un estudio impulsado por investigadores españoles ha diseñado una guía clínica pionera que recomienda qué terapia de rescate aplicar a los varones cuando su situación empeora tras extirpar la próstata

Tratamiento personalizado para atajar la recaída en el cáncer de próstata
Tratamiento personalizado para atajar la recaída en el cáncer de próstatalarazon

Las cifras del cáncer de próstata no dejan lugar a dudas. Se trata del tumor más común entre los varones de nuestro país, con la friolera de 34.394 nuevos casos estimados durante este 2019. De hecho, esta neoplasia se ha convertido en la tercera causa de muerte por cáncer entre los hombres españoles, con un total de 5.938 fallecimientos durante el año 2017. A pesar de ello, el optimismo es la palabra que mejor puede definir la situación de los afectados, ya que el índice de supervivencia es superior al 90%, aunque dicha longevidad está íntimamente ligada al grupo de riesgo de la enfermedad. «Los pacientes con cáncer de próstata con enfermedad confinada a la pelvis presentan una supervivencia específica a diez años del 70-99%, mientras que en los pacientes con metástasis a distancia, la mediana de supervivencia es de entre tres y seis años», confirma Felipe Couñago, oncólogo radioterápico del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Tal y como explica Couñago, «en los pacientes con cáncer de próstata con enfermedad limitada a la pelvis las opciones de tratamiento inicial con intención curativa incluyen la radioterapia (externa o braquiterapia) o la prostatectomía radical. Los afectados que se someten a una cirugía suelen ser más jóvenes y con menos comorbilidades que los pacientes que se someten a radioterapia, aunque ambos tratamientos curan por igual, lo que cambia es el perfil de los efectos secundarios», quien recuerda que, lo habitual ante un cáncer de próstata «es comentar las ventajas e inconvenientes de cada tratamiento con el paciente, y que éste, junto con su médico, decida la mejor opción terapéutica en su caso concreto».

Opciones ante una recaída

A pesar del tratamiento personalizado que suele implementarse en cada caso, las estadísticas confirman que entre un 27% y un 53% de los pacientes tratados con prostatectomía o radioterapia presenta una recaída de su tumor en forma de bioquímica, «que es una elevación del antígeno prostático específico (PSA), marcador que se mide en sangre. De estos pacientes con una recaída bioquímica, aproximadamente un 6% morirá de su cáncer de próstata», advierte Couñago.

Sin embargo, la investigación avanza y lo hace en la buena dirección. Hasta ahora, a los personas con cáncer de próstata que recaían tras una prostatectomía se les administraba radioterapia de rescate que en ocasiones se asociaba a tratamiento hormonal. La elección de la terapia en cada caso era muy variable y dependía del criterio clínico del médico, pero sin unas guías claras.

Para solventar esta carencia, el equipo formado por el Dr. Felipe Couñago, junto con la Dra. Carmen González San Segundo, del servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, y el Dr. Alfonso Gómez Iturriaga, del servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Cruces, en Bilbao, han analizado todos los estudios realizados en terapias de rescate tras prostatectomía y han realizado unas recomendaciones para clasificar a los pacientes en tres grupos dependiendo del valor del antígeno específico prostático, el estado de los márgenes quirúrgicos, la diferente agresividad histológica, el tiempo de duplicación del marcador PSA y el tiempo de intervalo libre desde la realización de la cirugía hasta la recidiva bioquímica.

Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista científica «European Urology». «Hemos analizado todos los factores que pueden intervenir en el pronóstico de los pacientes que habían recaído tras una prostatectomía y hemos clasificado a estos enfermos en tres grupos a los que proponemos un tratamiento hormonal ajustado a factores pronósticos bien reconocidos», explica Couñago, quien detalla que «a los pacientes de bajo riesgo les proponemos realizar solamente radioterapia de rescate, mientras que a los de riesgo intermedio se les propone radioterapia de rescate más tratamiento hormonal durante seis meses y, por último, a los grupos de alto riesgo se les sugiere combinar radioterapia de rescate con tratamiento hormonal durante dos años».

«Con esta clasificación pretendemos ofrecer a los clínicos que tratan a estos pacientes unas recomendaciones homogéneas, uniformes y basadas en la experiencia publicada. Nosotros ya las hemos incorporado a nuestra práctica clínica», asegura Couñago, quien avanza que «lo esperable es conseguir curar la enfermedad, a la vez que disminuimos los efectos secundarios». Así, de forma prospectiva, sería muy interesante validar estos grupos de riesgo en la práctica clínica habitual, aunque «estos tratamientos ya están listos para ser utilizados», según concluye el oncólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.