El nombre de Dios es misericordia
No podemos dejar de resaltar el talante humano de Bergoglio. Un hombre que fue capaz de gobernar con tenacidad y, a la vez, supo reconocer sus equivocaciones
No podemos dejar de resaltar el talante humano de Bergoglio. Un hombre que fue capaz de gobernar con tenacidad y, a la vez, supo reconocer sus equivocaciones