Vivienda
Un mujer que vive en una caravana en Ibiza ante un inminente desalojo: "Estos días sólo se veían caras de pánico"
Las caravanas y demás vehículos estaban estacionados a larga estancia en un aparcamiento de dominio público que ha empezado las obras recientemente para la construcción de un centro de baja exigencia
Las casi cien caravanas, vehículos y furgonetas que habían conformado un asentamiento ubicado cerca del puerto de Ibiza, se han visto obligadas este lunes a desplazarse a otros terrenos o aparcamientos del municipio antes de la desalojo previsto ayer por la mañana.
La Policía Local de Ibiza, con apoyo de la Policía Nacional, y con el accionar de grúas, comenzó a primera hora la retirada de la quincena de caravanas que permanecían en el lugar al estar inmovilizadas por falta de ruedas o vehículos tractores, junto a algunas furgonetas y coches.
Este solar lleva al menos dos años ocupado por vehículos usados como vivienda y aquí también se habían instalado el pasado verano muchos moradores procedentes de Can Rova, otro asentamiento ubicado terreno privado del municipio de Santa Eulària, desalojado por la fuerza con la intervención de los antidisturbios a finales de julio de 2024.
Una semana de preaviso
El Ayuntamiento de Ibiza avisó la semana pasada que todos los vehículos debían abandonar este lunes a primera hora el solar con motivo del inicio de las obras del Centro de Baja Exigencia de Es Gorg. El terreno donde es zona una pública y allí está previsto el acopio del material para la construcción del Centro de Baja Exigencia de Es Gorg, que se construirá en el aparcamiento contiguo.
Entre los pocos que quedaban, se encontraba Juan Molaño, un hombre colombiano de 30 años, cuya caravana se encontraba inmovilizada y sin ruedas. El vehículo ya estaba en el terreno cuando él llegó a la isla en enero de 2024 y desde entonces ha sido su vivienda. Este lunes por la mañana, al no poder moverla, tenía preparada la mochila para irse cuando se la llevaran.
Sufrir "lo que toque"
“Sufro lo que toque”, ha asegurado y ha explicado que aunque ya ha obtenido el NIE está a la espera de obtener el permiso de trabajo. En su país, ha añadido, era policía pero tuvo que escapar porque estaba en riesgo su vida. “Me querían meter balín”, ha explicado en su jerga.
Otra de las personas que permanecían era la ibicenca Alicia Bocuñano, que se había erigido portavoz de los caravanistas desde el desalojo de Can Rova, donde era también moradora con su caravana. “Se han ido todos asustados, sólo se veían caras de pánico estos días”, ha asegurado sobre los últimos días en el poblado de es Gorg.
Bocuñano ha considerado “paradójico” que les están echando para hacer con urgencia un centro de personas vulnerables. “Creo que estando así ya estamos bastante vulnerables”, ha añadido.
En su caso, tras dos años viviendo en una caravana ha encontrado “por fin” un alquiler anual. "No me lo creo”, ha celebrado y ha explicado que su presencia en el terreno se debe a que no tiene dónde dejar la caravana. “Dos años en la calle, para mí la tortura se acabó. Ha sido un milagro, un día antes de que pusieran las señales, he encontrado un piso”, ha remarcado.
Desplazamiento a otros asentamientos
La joven ha lamentado que el resto de caravanistas se han desplazado a otros solares o asentamientos del municipio, conscientes de que también llegará el momento en el que serán nuevamente desalojados.
Por su parte, el Ayuntamiento de Ibiza ha asegurado que el operativo se ha desarrollado “sin incidencias” y que se ha desplegado un dispositivo de atención social, a la vez que no se han detectado “situaciones significativas de vulnerabilidad social”.
También ha defendido que el futuro centro, que costará 5,7 millones de euros financiados por el Consell de Ibiza, es una infraestructura muy reclamada por la Mesa contra la Exclusión Social para dar respuesta a una "necesidad histórica" de disponer de un espacio específico para “personas sin hogar, con servicios básicos y de acogida temporal”.