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Sociedad

Preocupación por mantarrayas de más de dos metros en playas de Mallorca: así hay que actuar

Dos ejemplares han muerto cerca de la orilla tras quedar varados. Los bañistas se asustan debido al tamaño del animal, que a pesar de ser inofensivo puede sorprender por su presencia a poca profundidad

Preocupación por mantarrayas de más de dos metros en playas de Mallorca: así hay que actuar iStock

Las playas de Mallorca están siendo testigo de un fenómeno tan inusual como inquietante desde principios de mayo: la presencia reiterada de mantarrayas en aguas someras e incluso en la orilla.

Estas apariciones, registradas en distintos puntos del litoral, han encendido las alertas de biólogos marinos y autoridades medioambientales, ya que se trata de una especie que normalmente habita en zonas profundas y cuya proximidad a tierra podría indicar un desequilibrio ecológico.

Una especie en peligro de extinción

La especie observada, Mobula mobular, es propia del Mediterráneo y se encuentra en peligro de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La Fundación Palma Aquarium, institución especializada en la protección y recuperación de fauna marina, ha sido la primera en dar la voz de alarma tras recibir múltiples avisos de bañistas y socorristas que reportaban estos encuentros.

Cerebro muy desarrollado

Las mantarrayas, conocidas por su gran tamaño y por poseer uno de los cerebros más desarrollados del mundo acuático en relación a su cuerpo, suelen habitar en profundidades de entre 200 y 1000 metros.

Su llegada a la costa, por tanto, representa una anomalía de comportamiento que los expertos vinculan con diversos factores aún no confirmados: cambios en la temperatura del agua, contaminación, enfermedades o el impacto de la actividad humana sobre su entorno natural.

Una mantarraya nadando a gran profundidad marinaiStock

Dos ejemplares fallecidos

Uno de los casos más notorios ocurrió en la playa de Illetes, donde un ejemplar de más de dos metros quedó varado sin fuerza para volver al mar y falleció horas después.

Poco después, un segundo episodio similar tuvo lugar en s’Arenal de Llucmajor, con otra manta gigante de casi tres metros de largo que tampoco logró sobrevivir pese al rescate. Los cadáveres fueron trasladados a centros especializados para su análisis.

¿Qué hago si veo una?

El protocolo de actuación ante un avistamiento establece que no se debe intentar devolver a estos animales al mar sin supervisión profesional. En su lugar, se recomienda alertar al 112, mantener una distancia prudente y, si es posible, documentar el hecho con imágenes o vídeos. Esta información resulta clave para los grupos de investigación que, como el liderado por Palma Aquarium, trabajan para identificar las causas de este comportamiento inusual.

Las mantarrayas están especialmente amenazadas por su lenta tasa de reproducción y por la creciente presión del mercado internacional, especialmente en Asia, donde se les atribuyen supuestas propiedades medicinales. Además de ser capturadas por su carne, también son codiciadas por sus branquias, piel y cartílago.

Dotadas de una memoria notable, estas criaturas marinas son capaces de reconocer rostros humanos y emprender migraciones transoceánicas. Su alimentación se basa en kril, copépodos y otros pequeños organismos que filtran a través de sus branquias mediante un mecanismo anatómico singular.

El creciente número de avistamientos en Mallorca sugiere que las mantarrayas podrían estar viéndose forzadas a cambiar sus hábitos por causas aún desconocidas. El fenómeno, más allá de su rareza, pone de relieve la fragilidad del ecosistema marino y la urgente necesidad de reforzar su protección.