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Los restaurantes de Menorca que tienes que pisar sí o sí este verano

La langosta, el cordero o el tradicional queso de Mahón son algunos de los manjares de la isla

CALDERETA DE LANGOSTA LR

El mes de agosto llena de actividad cada rincón de Menorca, pero sin que la isla pierda su ritmo tranquilo y su carácter discreto. A diferencia de otros destinos del Mediterráneo, aquí la temporada alta convive con un estilo de vida más sosegado, algo que también se refleja en su oferta gastronómica, que este año vive uno de sus momentos más destacados.

Desde establecimientos junto al mar con vistas privilegiadas hasta restaurantes de interior instalados en antiguas fincas rehabilitadas, la isla ofrece propuestas para todos los gustos, siempre con un denominador común: el protagonismo del producto local y el respeto por la tradición culinaria menorquina, combinada con influencias internacionales.

Nonna Bazaar

Uno de los espacios que más interés despierta entre visitantes y residentes es Nonna Bazaar, situado en una finca de 400 hectáreas al oeste de la isla. No es únicamente un restaurante: su propuesta integra gastronomía mediterránea con elementos de ocio y cultura, ofreciendo atardeceres, música en directo, coctelería y un entorno rural cuidado. La carta apuesta por pizzas de masa madre, verduras a la brasa y pescados frescos cocinados al grill.

Torralbenc

Otro referente es Torralbenc, ubicado en un hotel rodeado de viñedos y campos de lavanda. Su cocina, de corte refinado, utiliza verduras ecológicas, pescado salvaje, mariscos y quesos con denominación de origen. Sus mesas al aire libre, entre buganvillas, lo convierten en una opción habitual para celebraciones o cenas especiales.

Café balear

En el puerto antiguo de Ciutadella, Café Balear mantiene su estatus de clásico indiscutible. Su especialidad, la caldereta de langosta, se sirve junto a una amplia selección de pescado y marisco capturado por su propia flota. La ubicación, con vistas directas al puerto, refuerza su atractivo y hace necesaria la reserva con antelación.

Binifadet

Para quienes buscan un entorno diferente, Binifadet combina el encanto de una bodega con la experiencia de un restaurante al aire libre. Reconocida por sus vinos blancos y rosados, la carta se compone de platos frescos y ligeros como ensaladas de burrata, carpaccios y pastas caseras, servidos entre parras y esculturas.

Smoix

En el ámbito de la cocina creativa destaca Smoix, en las afueras de Ciutadella. Instalado en una antigua fábrica de calzado, su chef, Miquel Sánchez, desarrolla una propuesta gastronómica basada en el producto de la isla, con protagonismo de pescados azules, embutidos y frutas de temporada. El menú degustación concentra la esencia de su filosofía: respeto por la materia prima y técnicas actuales sin excesos decorativos.

El turismo como motor de la gatronomía

La presencia de turistas de diferentes nacionalidades ha impulsado en Menorca la introducción de sabores globales, aunque siempre con una base de ingredientes locales. La langosta, el queso de Mahón, el cordero de la isla o las verduras de temporada siguen siendo protagonistas, pero ahora conviven con técnicas y condimentos procedentes de otros rincones del mundo.

La combinación de autenticidad, innovación y entorno natural convierte a Menorca en un destino que, además de playas y paisajes, ofrece una ruta gastronómica que vale la pena explorar con calma.