APONTE, el vino para los no-nos

Aquí debatimos las catas, pero con emociones. Cada vino tiene un contexto, convertido en un recuerdo y una sensación, que, a través de las redes, puede ser herencia para cualquiera. Desde mis amores con sabor a las Rías Baixas, pasando por los vinos de Jerez como esa pasión loca que he descrito en este espacio... Así que hoy es el turno de 3 auténticas joyas para el paladar, cuyo maridaje no puede ser otro que el de las emociones.

Y es que, hace unas semanas, la enólogo Camino Pardo lideró una comida en el Zalacaín de Madrid, consiguiendo reunir a un grupo de periodistas, entre los cuales estaban los representantes de las cabeceras como Forbes, Woman, Harper’s Bazaar, The Luxonomist, Vanitas, entre otros... Y pudimos compartir una sobremesa interesante acerca de los vinos y sus peculiaridades. Aunque yo, internamente, decidí encajar cada vino en un ambiente diferente que hoy revelo en la Cata de Katy.

Así que empezaré con FRONTAURA RESERVA AÑADA 2009, distinguido con 92 puntos en la Guía Peñín 2019. Los expertos dicen que presenta un rojo granate con matices y tonalidades violáceas de capa alta y muy denso. En nariz, tiene un aroma limpio, fino, elegante y complejo, con un importante carácter frutal y especiado. De taninos maduros, dulces, suaves y aterciopelados. Los enólogos apuntan a que es un vino potente en boca y muy expresivo. Como a mí y a mis lectores les sonará a chino esto (y a más de lo mismo), lo transformaré en lenguaje de emociones. Frontaura Reserva Añada es ese vino que deberías descorchar para celebrar que estrenas un nuevo trabajo, deseando compartir ese momento con amigos y familiares. Porque es un vino que me evade a la sensación de comunicar una nueva noticia que tiene cierta relevancia, pero sin caer en los excesos sentimentalistas. Vamos: no para una primera cita ni para pedirle que se case contigo, pero sí (se me ocurre) el vino perfecto también para presentar al novio a tus padres, por ejemplo.

Por contra, APONTE AÑADA 2009 sería ideal para una cena sugerente con ese amor intenso e indefinido. Sí, lo que llama mi amiga periodista Esther Vicente como ‘no-nos’. No-amigos, no-novios, pero en esa relación hay mucha magia, pasión y, por supuesto, amor. Un amor que, a veces, cuesta reconocer y etiquetar. Y para ello, ¿qué mejor que otro vino de Toro? Un vino que encaja con la intensidad de las dinámicas de estas relaciones sentimentales. Mi amigas define a los no-nos como “se cuidan y se disfrutan, pero no se destruyen”. Pero al final tanto cuidado y tanto deleite genera un vínculo de fidelización: el mismo enganche que padezco desde esa comida con Aponte. Retomando su ficha técnica (la parte aburrida que no debo obviar, APONTE está distinguido nada menos que con 93 puntos en la Guía Peñín 2009. Está elaborado y criado durante 18 meses en roble francés (el roble que le da ese toque a chocolate en el aroma que yo nunca termino de percibir), a partir de uvas centenarias. Según los expertos, destaca su complejidad aromática, frutal, y yo añadiría hasta balsámica; siendo en boca tremendamente expresivo. Es tan tan expresivo este tinto, que a veces necesito algo más suave. Mi intensidad energética necesita ser compensada, por algún lado, con algo más efímero y etéreo (pero eso es lo cuento en otra entrada). Mi querido Aponte, en boca es muy amplio, franco y profundo. 100% Tinta del Toro (la uva equivalente a la Tempranillo). Y su precio ronda los 22 euros, aproximadamente.

Y, por último, no puedo dejar de hablar de NEXUS PLUS AÑADA 2011.
Distinguido en Guía Peñín 2019 con 91 puntos. Un reserva que cuenta con, al menos 4 años de proceso de elaboración. Encarna la seducción de la Tempranillo (la uva, como sabéis, fundamental de la D.O. Ribera del Duero), procedente de viñedos muy viejos de la zona de la Horra, el vino lleva un proceso de envejecimiento en roble francés. La magia de Nexus Plus está en su frescura y larga vida (longevidad). Toda una caricia para el paladar, que recomiendo para una cena de trabajo en el que hay que cerrar un negocio importante. Su precio ronda los 35 euros.

Me ahorro deciros con qué comida acompañar estos vinos, ya que haréis lo que os apetece. Pero no dejéis de conocerlos y buscar vuestras propias experiencias. Las mías son estas. Y para todos lo demás, siempre nos quedará Protos.