Menús del día de toma pan y moja

Llegados al mes de enero con la tarjeta en números rojos y con el bolsillo con rotos de tanto rascarlo, es normal que a quienes les guste comer bien se estudien los menús del día que merecen la pena tanto por la calidad de la propuesta como por el precio comedido.

Uno de nuestros preferidos es Casa Dani, situado en el mismo Mercado de La Paz, en el barrio de Salamanca. A las características anteriormente mencionadas, podemos añadir la rapidez. En este espacio, si quieres y lo necesitas, puedes comer en un cuarto de hora, ya que los comensales, todos trabajadores de la zona, ya sea ejecutivos, obreros o personas al frente de las tiendas colindantes, comen, pagan y se van. Aquí, lo sobremesa no se estila. El menú cuesta once euros y consta de doce primeros y doce segundos, entre ellos, judías verdes, milanesa, además de los platos de cuchara, pescados del día y verduras de temporada (C/ Ayala, 28).

En Carús, restaurante situado en la Avenida de la Victoria número 29 (El Plantío) las raciones son igualmente contundentes. Su especialidad es la cocina asturiana de siempre y, como Casa Dani, cuenta con llenos diarios gracias a la calidad-precio de su propuesta. Al frente se encuentra Paco Fernández Ampudia, quien apuesta por esos platos tradicionales de sabores reconocibles que tanto gustan. El menú del día cuesta 13,50 y en él destaca un plato de cuchara, ya sea la fabada, el pote o unos moros y cristianos, que llegan a la mesa en su fuente para que el comensal se sirva lo que quiera. Vence la tradición. Entre los segundos, recomendable es tanto el cachopo como unas costillas que quitan el hipo o los calamares. La tortilla de patata ha adquirido una fama merecida.

En Gran Clavel, espacio gastronómico del hotel Iberostar Las Letras (C/ Gran vía, 11), de lunes a viernes ofrecen una divertida propuesta formada por un guiso (ragout de verduras...), queso y vino por 14 euros. Lo sirven en el Bar de vinos del espacio con vistas a la Gran vía, cuyo objetivo es dar tanto al comensal foráneo como al local una experiencia cien por cien madrileña. Si acude fuera de ese horario, lo suyo es disfrutar de un tapeo en el que triunfan las bravas con chipotle, la cazuela de mejillones y los boquerones fritos, presentados en un saam con lechuga y hierbabuena. Bocados para armonizar por alguna de las etiquetas de los vinos por copas seleccionados.

Casa Salvador, fundada en 1941 y situada en el número 12 de la calle Barbieri, es un clásico que jamás falla. Cuando se caracterizaba por ser la taberna taurina por excelencia de Madrid, entre sus mesas se dejaban ver Luis Miguel Dominguín, Charlton Henston, Ava Gardner y Ernest Hemingway. Hoy, aquí se sigue comiendo mejor que bien y sus comensales habituales lo sabemos. Sobra decir que las elaboraciones están hechas con los mejores alimentos del mercado. Entre los primeros a elegir, deliciosas las legumbres con chorizo, el panaché de verduras y el pisto. Como segundos, destacan el entrecot con patatas, las albóndigas de merluza y los pimientos rellenos de carne. Un lujo para el paladar.

El Buda Feliz 1974 (C/ Tudescos, 5) fue el primer restaurante chino que abrió en nuestro país en 1974. Hoy, se encuentra al frente de la propuesta gastronómica Julio Yong Ping Zhang, propietario de Soy Kitchen y Lamian. ¿Lo mejor? Los platos de comida callejera típica de su país, prácticamente desconocidos para nosotros. También, recetas de la abuela china a las que el chef otorga un toque personal. En cuanto a los menús, que es a lo que vamos, hay varios precios: 15, 25 y 35 euros, a saborear en un espacio que ha sido completamente reformado. Sobresale la ternera con callos y el pollo picantón, pero también el rollito Buda Feliz, creado con carne, verduras y churro frito chino, una masa elaborada con tinta de calamar en la casa, el ñame con gambas, salsa de ostras y pimienta de Sichuán.

La idea no puede ser mejor, más si los madrileños podemos saborearla en la sede de BiBo de Madrid (Paseo de la Castellana, 52). Bajo el nombre “Madre Cocina en Casa”, la propuesta recupera las recetas típicas andaluzas elaboradas por las madres de los cocineros de Dani García. Así, y como una madre siempre piensa que el lunes necesitamos toda la energía de mundo para afrontar la semana, ellas cocinan para nosotros recetas como el guiso de espárragos y los pimientos del piquillo rellenos de marisco. De postre, natillas con galleta. El precio es de 25 euros e incluye la bebida. Anotad el de mañana martes: caldo de puchero, garbanzos, hierbabuena y patatas para abrir boca. La pringá, por su parte, llega con mucho pan para untar tocino y carne de cerdo, ternera y pollo. El toque dulce lo pone el flan que quería ser tocino de cielo. La ensalada de pimientos asados con melva, el arroz meloso con costilla ibérica con fruta de postre es el del miércoles.

Por Gonzalín, bar a secas (C/ Eloy Gonzalo, 8) merece la pena pasarse. El compuesto por dos platos más bebida y postre, cuesta 12 euros. Si lo reduces a uno, 7, 50. Nos encantan todos los bocados que salen de su cocina, ya sean las alubias pochas con morcilla de Burgos y guindilla, el pollo estilo tandoori o la ensalada de quinoa con granada y parmesano. Da igual.