Carmena examina a Manuela

El Gobierno de Carmena ha publicado una encuesta sobre los Servicios Públicos de Madrid. Ésta se hacía cada dos años pero Podemos ha decidido encuestar anualmente. Resulta llamativa la agilidad del gobierno morado para contratar este tipo de servicios cuando en otros esenciales es incapaz hacer. De hecho, sólo ha podido gastar el 33% de las inversiones prometidas en 2017.

Ahora Madrid ha encargado dos encuestas sobre la valoración de los servicios públicos desde que entró en el Ayuntamiento en 2015. En ambos casos, entre las personas encuestadas, había casi el doble de votantes de Ahora Madrid e Izquierda Unida que del siguiente partido con más representación. Este dato resulta muy significativo porque distorsiona los últimos resultados electorales.

Según los resultados obtenidos, prácticamentetodos los servicios, equipamientos y actuaciones públicas habrían mejoradosu valoración entre los dos últimos años. El triunfalismo de Ahora Madrid choca frontalmente con la realidad ya que las reclamaciones de los madrileños en servicios como el transporte público en autobús de EMT, recogida de residuos o mantenimiento de zonas verdes han aumentado este 2017.

A pesar del sesgo de los encuestados, éstos reconocen que los problemas de los madrileños relacionados con las competencias directas del ayuntamiento siguen sin mejorar: el tráfico y los atascos escalan posiciones entre los quebraderos de cabeza de los ciudadanos. Por otra parte, la falta de aparcamiento, el ruido o el escaso mantenimiento de zonas verdes y parques destacan cada vez más como problemas importantes para los ciudadanos. De hecho, el 60,2 % de los encuestados cree que el grupo de Carmena no sabe cómo resolver los problemas de la ciudad.

El Gobierno de Carmena quizás haya decidido hacerse trampas al solitario. No obstante, ninguna encuesta puede esconder los problemas que los madrileños sufren todos los días. Ahora Madrid da muestras de prisa y nerviosismo por exhibir un cambio que ni está, ni se le espera. De hecho, Carmena representa la imagen de un gobierno dividido y una ciudad estancada en el inicio del mandato. Definitivamente, Ahora Madrid es Ahora un “bluf”.