Asamblea de Madrid
¡No matemos a la gallina de los huevos de oro!
El proyecto de presupuesto de ingresos de la Comunidad para 2018 pone de manifiesto la excelencia de la política fiscal y presupuestaria de los gobiernos del Partido Popular de Madrid. Los efectos sobre la economía y los servicios públicos de Madrid, un año tras otro, lo demuestran.
Gracias a los sucesivos presupuestos y leyes fiscales de la Comunidad de Madrid, nuestra región tiene los menores impuestos de España: la tarifa más baja del IRPF, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones suprimido en un 99% para el ámbito familiar más cercano, el Impuesto del Patrimonio bonificado al 100% y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados más reducido.
Incluso, durante los años más difíciles de la crisis, el Gobierno de madrileño tuvo el acierto y el coraje de bajar en dos ocasiones los impuestos -en 2014 y 2015. Las consecuencias de esta gran decisión las ponen de manifiesto el Instituto Nacional de Estadística y los más prestigiosos institutos económicos: Madrid ha sido la primera Comunidad Autónoma en recuperar la situación previa a la crisis y está siendo el motor de la creación del empleo. Así, según los datos de paro registrado y afiliación de noviembre de 2017 Madrid nuestra región ya ha recuperado el 100% del empleo perdido durante la crisis. Si el resto de Administraciones hubiese actuado rebajando impuestos como hizo Madrid, la recuperación del conjunto de España se hubiera adelantado en el tiempo y hubiera sido más sólida.
No satisfechos con lo anterior, el proyecto de presupuesto mejora las condiciones de dos de las más importantes deducciones madrileñas sobre el IRPF: la deducción de nacimiento o adopción de hijos, que se amplía desde un año a tres, y la de alquiler de vivienda para jóvenes, que incrementa su cuantía máxima hasta los 1.000 euros y su porcentaje al 20%.
Gracias a estas continuas bajadas de impuestos la economía de Madrid crece más y la recaudación también. En el proyecto de presupuesto 2018 se observa que la recaudación derivada del IRPF se incrementará un 16%, mientras que el IVA aumentará un 10%, respecto a 2017, según los datos que ofrece el Ministerio de Hacienda y que se han plasmado en el proyecto.
Esta política fiscal no sólo beneficia a Madrid, también lo hace en el resto de Comunidades Autónomas. El motivo es claro: la mayor recaudación que aportan los residentes en Madrid no se revierte en exclusiva en las arcas de la Comunidad de Madrid, como consecuencia de los mecanismos de solidaridad del Sistema de Financiación. De los 2.000 millones más que se recaudarán en Madrid en 2018 por IRPF, IVA e Impuestos Especiales, 800 millones viajarán a otras regiones que no recaudan suficiente para prestar los servicios públicos en igualdad a través del Fondo de Garantía y el Fondo de Suficiencia.
Sería deseable que algunas regiones aprendan la lección de una vez y que, en vez de pedir en diversos foros que Madrid suba los impuestos -matando a la gallina de los huevos de oro-, opten por bajar los suyos y esforzarse en ser competitivos y eficientes, impulsando el empleo y la economía en sus regiones, olvidándose de la fácil posición de gastar sin tasa y pedir más subvenciones.
Otra muestra de la excelencia del proyecto madrileño es que, teniendo la deuda más baja de todas las Comunidades según los datos del Banco de España, en el proyecto 2018 se rebajan todos los conceptos de la deuda: los intereses, en 20 millones, el endeudamiento neto, en 390 millones y el endeudamiento bruto, en 29 millones.
Como podemos ver la Comunidad de Madrid trata de paliar con imaginación y políticas acertadas sobre los ingresos, la injusta situación de la Financiación Autonómica, en la que pierde entre 1.000 y 1.400 millones anuales como consecuencia de la ingeniería financiera que el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero introdujo en el modelo de financiación para perjudicar a Madrid, asesorado por el Tripartito que entonces gobernaba en Cataluña.
La conclusión de lo que hemos analizado es que Madrid es el motor económico de España, la región que aporta uno de cada cinco euros a la riqueza nacional y la que atiende más que ninguna otra a la solidaridad interterritorial. Madrid es un contribuyente neto a la prosperidad de España. Por el contrario, en las contribuciones menos positivas, Madrid solo es responsable de 2,8 euros por cada 100 de la deuda pública a nivel nacional y es una de las regiones que menos déficit acumula al cumplir con la Estabilidad Presupuestaria. Por tanto, sería beneficioso para todos que Madrid reciba la financiación autonómica que necesita para expandirse todavía más y que pueda seguir ejercitando su política fiscal de rebajas de impuestos que está beneficiando al conjunto de los españoles. ¡No matemos a la gallina de los huevos de oro!
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