Prevención
Qué son las úlceras por presión y cómo prevenirlas
Cualquier persona puede verse en riesgo de sufrir estas lesiones, que pueden ser graves
Es frecuente que asociemos las úlceras por presión a personas de edad avanzada con enfermedades crónicas o con discapacidades que les obligan a permanecer la mayor parte del tiempo en la cama o sentadas, pero lo cierto es que cualquiera puede verse en riesgo de sufrir estas lesiones. Bastaría una cirugía de cierta complejidad a cualquier edad para que durante la convalecencia se produjera una úlcera.
Según afirma el Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas, estas heridas “se pueden producir en un corto espacio de tiempo”. Esto explica que, solo en España, cada día se diagnostiquen unos 90.000 nuevos casos, aunque sí es cierto que los adultos mayores son los más afectados.
“Las úlceras por presión atraviesan cuatro fases en su desarrollo si no se tratan a tiempo, y en los estadios más avanzados pueden provocar infecciones graves no solo en la piel, sino también en huesos o músculos con consecuencias serias”, explica el doctor Miguel Marcos Herrero, jefe de la unidad de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Málaga.
Las úlceras se pueden evitar
La buena noticia es que “el 95 % de estas lesiones se puede prevenir, ya que no tienen un origen vírico o bacteriano como otras enfermedades, sino que son causadas por una mala higiene postural que es relativamente fácil corregir”, añade el doctor Javier Moreno Izarra, su homólogo del Hospital Quirónsalud Marbella.
Cuando una persona permanece muchas horas seguidas en la misma posición (más de dos horas en la fase 1), ya sea acostada o sentada, “el propio peso del cuerpo ejerce presión sobre determinadas zonas, lo que reducirá el riego sanguíneo. Si esa situación se prolonga demasiado tiempo, como consecuencia aparece la úlcera”, señala el doctor Moreno.
Por lo general, las úlceras por presión o escaras aparecen en las zonas huesudas del cuerpo, especialmente en tobillos y caderas, “aunque también son frecuentes en la base de la columna vertebral o coxis, los omóplatos, la parte de atrás y los lados de las rodillas y la parte posterior de la cabeza”.
Según advierte el doctor Marcos, “determinadas enfermedades como la diabetes, el tabaquismo o una nutrición deficiente pueden complicar la curación de una úlcera por presión y agravar el estado de salud general del paciente, por lo que es fundamental prevenir su aparición y evitar males mayores”.
Pautas preventivas
Ambos especialistas de Quirónsalud coinciden en las pautas que debe seguir la persona con movilidad reducida para evitar la aparición de las escaras o que estas vayan a más. “En ocasiones el propio paciente podrá llevar a cabo estas pautas, pero en otras será necesario que sea ayudado por otras personas, ya sean profesionales de enfermería o cuidadores de la familia, pero es muy importante tomarlo en consideración. Si por ejemplo nos vamos a someter a una intervención quirúrgica que nos obligará a una larga convalecencia, es aconsejable prepararnos para ese momento haciéndonos con sobrecolchones, cojines y otros dispositivos existentes para aliviar la presión”, subrayan.
Cambios posturales:
• Si el paciente está sentado y tiene autonomía para realizar cambios de postura, deberá realizarlos cada 15 minutos.
• Evitar apoyar al paciente directamente sobre sus lesiones.
• Evitar arrastrar al paciente, ya que puede agravar las lesiones que tenga.
• Evitar el contacto directo entre prominencias óseas. Por ejemplo, si tenemos al paciente de lado, pondremos una almohada entre las dos piernas para que las rodillas y los tobillos no contacten entre sí.
• Evitar levantar la cabecera o los pies de la cama; en caso necesario, un máximo de 30 grados.
Proteger la piel:
• Mantener la piel limpia y seca y utilizar jabones suaves que no resequen la piel.
• Secar cuidadosamente, sin frotar fuerte.
• Si sufre de incontinencia (la orina y las heces facilitan las úlceras), lavar la piel con un jabón suave y secar inmediatamente.
Finalmente, revisar periódicamente todo el cuerpo, con especial atención a las zonas más vulnerables a estas úlceras, permitirá detectarlas precozmente, lo que facilitará la adopción de las medidas necesarias.
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