Sorpresa en el parking del Gianicolo

Hay algunos días que por mucho que los planifique no resultan como los había previsto. Van surgiendo situaciones que es imposible no vivirlas y no contarlas.

La rutina en Roma no existe, es una ciudad que en cada esquina se pueden encontrar momentos insospechados y hay que estar siempre atenta.

Cuando voy a la Sala de Prensa del Vaticano para asistir a las conferencias de prensa, suelo llevar mi cámara con trípode y micrófono incluido. Caminar por Roma es muy agradable pero cargando el equipo fotográfico resulta incómodo y esos días prefiero ir en coche.

Encontrar un sitio para aparcar en esta ciudad es como pedir un milagro y aunque aquí está el Vaticano, estos milagros no se suelen dar, pero buscando buscando, descubrí hace no mucho tiempo el parking de la estación de autobuses del Gianicolo desde la cual se puede llegar a la Plaza San Pedro recorriendo unos pasadizos.

Caminando por ellos se encuentra a los religiosos y a los turistas que entran y salen del Vaticano y poco más, no suele haber ruido en sus pasillos, es un recorrido mas bien silencioso.

Me faltaban sólo dos pasillos para bajar a la Plaza San Pedro por las escaleras eléctricas, cuando de pronto empecé a escuchar unos cánticos que llenaban el espacio, las paredes ayudaban a que la acústica fuera perfecta, no sabía qué eran esos cánticos. Entré al descansillo y me encontré a un grupo de chicos y chicas cantando con una calidad increíble, me acerqué a uno de ellos y le dije si podía grabarlos, me contestó encantado que sí y al terminar de cantar, pregunté por el responsable, me lo presentaron y así pude saber quienes eran estas voces celestiales.

Jamie Spillane es profesor de Musica y Director General de la Coral en la Universidad de Connecticut. Ha dirigido varias corales en Rochester y New York. Ha dirigido la parte coral de la obra “Las bodas de Figaro” en el RWC Opera Theater’s College. Su historial profesional al frente de grandes corales es enorme.

La coral de la Universidad de Connecticut de los Estados Unidos, más conocido como UConn Chorus, recorre cada año diferentes países de Europa ofreciendo conciertos además de sus actuaciones locales.

Cuando terminé de hablar con el Dr. Spillane y la persona que lo acompañaba, seguí los pasos del grupo, una de las chicas del coro se acercó y me dijo que ella sabía hablar español, rápidamente le acerqué el micrófono y me contó lo maravilloso que había sido cantar en la Capilla Sixtina. Fue tal la emoción que le invadió cuando lo recordó que olvidó el poco español que sabía, pero me atendió muy cariñosa y emocionada.

En la Plaza de San Pedro y en sus alrededores, cada día hay gente con quién hablar y descubrir sus emociones, sus sueños y sus experiencias. Nunca he visto a nadie que se quede indiferente cuando llega a la Ciudad del Vaticano, siempre hay un motivo para llegar a la Plaza San Pedro.

Iré poco a poco callejeando por el Vaticano y ya veréis todo lo que sucede dentro y fuera de sus muros.