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Orfanato Canarias

Apariciones y fenómenos extraños en este orfanato abandonado español: "Cambias al entrar. Algo se apodera de ti"

A mediados de los años 90 este inmueble cesó su actividad y, desde entonces, vigilantes de seguridad, vecinos e incluso reporteros han descrito experiencias inexplicables en el lugar

Apariciones y fenómenos extraños en este orfanato abandonado español: "Cambias al entrar. Algo se apodera de ti" RTVC

Ubicada en el barrio de Zárate, en Las Palmas de Gran Canaria, la Casa del Niño permanece en el tiempo como un testigo silencioso de otra época. Este edificio, que funcionó como orfanato desde mediados de la década de 1940 hasta los años 90, ha sido desde su cierre objeto de abandono, olvido y creciente misterio. Su deteriorada fachada no solo guarda los ecos de una institución educativa y social ya desaparecida, sino también relatos inquietantes de presuntas presencias del más allá.

La historia del inmueble se remonta a la posguerra española, cuando fue construido con la finalidad de albergar y formar a menores huérfanos, muchos de ellos hijos de la Guerra Civil. En aquellos años, el orfanato fue un instrumento del aparato institucional del franquismo, donde, además de atención básica, se impartía educación bajo un enfoque ideológico nacionalcatólico. Con el tiempo, el contexto político y social cambió radicalmente: las necesidades que justificaron su creación desaparecieron, y el modelo asistencialista de posguerra fue sustituido por políticas más integradoras.

A mediados de los años 90, la Casa del Niño cesó su actividad y, desde entonces, sus puertas permanecen cerradas al público. El abandono progresivo del edificio se debe, entre otros factores, a la falta de un proyecto claro de rehabilitación, la carencia de recursos y la ausencia de consenso institucional. La estructura se deteriora día tras día, como si el paso del tiempo decidiera cobrar venganza por la indiferencia.

Sin embargo, lo que más ha contribuido a mantener viva la memoria de este edificio no han sido solo sus paredes desconchadas ni sus ventanas rotas, sino las historias que emergen de su interior. Son muchos los que aseguran haber sido testigos de fenómenos extraños en el lugar. Vigilantes de seguridad, vecinos e incluso reporteros han descrito experiencias inexplicables que convierten a la Casa del Niño en uno de los puntos más inquietantes del Archipiélago.

Cuarto Milenio estuvo en la Casa del Nino

Uno de los testimonios más destacados ha sido el del equipo del programa televisivo Cuarto Milenio, dirigido por Iker Jiménez. Durante cuatro días, el equipo de investigación permaneció dentro del edificio abandonado para grabar un reportaje que posteriormente sería emitido a nivel nacional. El periodista Javier Pérez, presente durante la grabación, describió la experiencia como “una de las más duras e inquietantes” que han vivido.

El reportaje dio voz a varios antiguos vigilantes que durante años custodiaron el edificio. Muchos de ellos aseguraron haber sentido una “profunda tristeza” inexplicable al ingresar en sus instalaciones. Uno de los testimonios más impactantes relató cómo, cada noche, en torno a las 3:00 a.m., se escuchaban llantos de niños provenientes de la habitación número 8, acompañados de gritos suplicantes que “pedían ayuda”.

Además, los vigilantes contaron haber presenciado sombras que se desplazaban sin explicación por los pasillos y puertas que se cerraban de golpe sin intervención humana. Tal fue el nivel de inquietud que varios trabajadores solicitaron no volver a ser destinados al edificio, ante el temor generado por estos sucesos. Incluso miembros de la Policía Local habrían recibido llamadas nocturnas desde el interior del inmueble, siempre a la misma hora, pese a que el edificio estaba completamente vacío.

“El ambiente era tan pesado que afectaba el estado de ánimo”, confesó otro exvigilante ante las cámaras del programa. “Cambias al entrar. Algo se apodera de ti. No sabías si era sugestión, pero lo sentías”. Estas emociones se vieron reforzadas por otro dato curioso: animales del vecindario evitaban acercarse a la zona, un fenómeno que los residentes más antiguos aún recuerdan con asombro.

Hoy, la Casa del Niño sigue en pie, pero su destino es incierto. Mientras las autoridades debaten su posible restauración o demolición, el lugar sigue siendo punto de atracción para curiosos, exploradores urbanos y amantes de lo paranormal. A medio camino entre el patrimonio histórico y la leyenda urbana, este antiguo orfanato continúa guardando sus secretos, envuelto en un silencio solo interrumpido por los ecos del pasado… o por algo más.