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Naturaleza

Así es el paisaje más marciano de España: escapada perfecta para tu próxima aventura

Sus paredes están formadas por toba volcánica, una roca ligera y porosa producto de antiguas erupciones

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Gran Canaria, tierra de contrastes, esconde paisajes que parecen extraídos de otro planeta. Rincones que desafían la imaginación, donde la naturaleza se expresa con una intensidad que seduce al viajero curioso. Diferentes lugares de la Isla evocan a otros parajes alejados del territorio insular. Por ejemplo, las Dunas de Maspalomas, una joya natural donde el desierto se funde con el océano, y el viento esculpe a su antojo un paisaje en constante transformación.

Este campo, protegido como reserva natural, se despliega como un mar de arena dorada, salpicado por oasis de palmeras y charcas salobres que dan refugio a aves migratorias. Frente a este escenario casi cinematográfico, el Atlántico muestra su cara más amable: aguas templadas y tranquilas que invitan a un baño durante todo el año, incluso en pleno invierno y con el mal tiempo que ha habido este año en el Archipiélago. No es casualidad que este rincón del sur grancanario sea uno de los destinos preferidos por turistas de todo el mundo.

Pero más allá de las dunas y el bullicio costero, en el corazón más agreste de la Isla, se encuentra un lugar que parece sacado de Marte o del suroeste americano: el Barranco de las Vacas. Situado en el municipio de Agüimes, este cañón estrecho y sinuoso ha ganado popularidad en los últimos años gracias a las redes sociales, aunque aún conserva ese aire de secreto bien guardado que tanto valoran los exploradores de lo auténtico.

Lo que hace único a este barranco es su geología singular, evocando al Gran Cañón del Colorado. Sus paredes están formadas por toba volcánica, una roca ligera y porosa producto de antiguas erupciones, cuya erosión a lo largo de miles de años ha esculpido formas suaves y envolventes, con un juego cromático que va del beige al rojizo. Esta paleta de colores y la forma en que la luz se cuela entre sus angostas paredes convierten al lugar en un escenario ideal para la fotografía. Especialmente al atardecer, cuando el sol proyecta un juego de luces y sombras que realza la textura de la roca y dota al espacio de un aura mágica.

¿Cómo llegas al Barranco de las Vacas?

Aunque el tramo más conocido del barranco no es muy extenso, su belleza lo convierte en una parada obligatoria para los amantes de la naturaleza, la geología y la imagen. Para llegar, basta con introducir en Google Maps “Tobas de Colores del Barranco de las Vacas” y seguir las indicaciones hasta la carretera GC-550, aproximadamente a la altura del kilómetro 14. El acceso, eso sí, requiere cierta precaución: no hay un aparcamiento habilitado, por lo que será necesario dejar el coche en el borde de la carretera y caminar unos pocos minutos. El sendero, aunque corto, discurre por un terreno algo irregular, por lo que se recomienda llevar calzado cómodo y con buena sujeción —mejor evitar las chanclas o el calzado inadecuado.

Gran Canaria no solo ofrece playas de postal y clima privilegiado. También guarda tesoros geológicos que despiertan el asombro y que permiten descubrir, a cada paso, la sorprendente diversidad de esta isla. Desde las dunas infinitas de Maspalomas hasta el cañón volcánico del Barranco de las Vacas.