Patrimonio

La casa del pirata en Tenerife: el tesoro perdido de Amaro Pargo

Una pareja de jubilados ha tomado la valiente decisión de luchar contra la destrucción de esta emblemática vivienda, que una vez perteneció al célebre corsario, está siendo devastada por buscadores de un tesoro inexistente, impulsados por una leyenda falsa

La casa del pirata
La casa del pirata en Tenerife: el tesoro perdido de Amaro PargoPicasaPicasa

Una pareja de jubilados ha emprendido una batalla para preservar la histórica Casa de Machado, también conocida como la Casa del Pirata, en el municipio de El Rosario, Tenerife. Esta emblemática vivienda, que perteneció al corsario del siglo XVIII Amaro Pargo, está siendo destruida por buscadores de un tesoro inexistente, motivados por una leyenda falsa.

La historia y la leyenda de Amaro Pargo

Amaro Pargo, nacido en La Laguna el 3 de mayo de 1678, fue un corsario que acumuló una gran fortuna a través del comercio de vino, cacao, aguardiente y tabaco, así como mediante su patente de corso otorgada por Felipe V, que le permitía atacar barcos enemigos. Sin embargo, una leyenda sin fundamento afirma que Pargo escondía un tesoro de oro y plata en su casa en el barrio de Machado, lo que ha llevado a su deterioro por parte de curiosos y buscadores de tesoros.

La iniciativa de Ángel Peñalosa y Beatriz García

Ángel Peñalosa y Beatriz García, ambos aparejadores jubilados, han decidido tomar cartas en el asunto para evitar la destrucción de la Casa del Pirata. "Es una pena ver cómo está la casa en este lugar tan maravilloso. Las redes sociales han contribuido mucho a su destrucción. Es erróneo pensar que Amaro Pargo escondía un tesoro allí. Compró la casa tres años antes de morir por su proximidad al Camino de Candelaria. El verdadero tesoro es la propia casa, que debemos proteger", declara Peñalosa en una entrevista con Hoy por Hoy Tenerife.

Un llamado a la acción

La pareja ha solicitado a las autoridades y al propietario de la casa que tomen medidas urgentes para su conservación. "Durante una entrevista en la casa, vimos a una pareja de jóvenes con una mochila, una pala y un detector de metales. Es necesario detener este expolio y dejar de identificar a Amaro Pargo como un pirata que guardaba tesoros. En realidad, era una persona ejemplar que ayudaba a quienes no tenían medios", añade Peñalosa.

Un patrimonio cultural en riesgo

Beatriz García resalta que la Casa de Machado no es el único Bien de Interés Cultural en la zona. "En un espacio reducido también se encuentran la Ermita de Nuestra Señora del Rosario y el Camino Viejo de Candelaria, ambos declarados Bien de Interés Cultural. Estos puntos históricos tienen un gran valor y merecen ser protegidos y aprovechados para el disfrute de los ciudadanos", explica García.

Un pasado rico en historia

Ángel Peñalosa recuerda con nostalgia cómo su padre lo llevaba a ver la casa en los años 70, cuando aún estaba en buen estado. "En 1977, aún vivía allí una persona de 99 años que afirmaba ser descendiente de Amaro Pargo. Era conocido como el pirata, aunque en realidad era un corsario con patente de corso otorgada por Felipe V", relata Peñalosa.

Aunque la leyenda del tesoro es falsa, la tumba de Amaro Pargo en la iglesia de Santo Domingo de Guzmán en Tenerife tiene una calavera que guiña un ojo. En 2013, durante la exhumación de sus restos, se encontraron también los huesos de Cristóbal Linche, su esclavo africano, lo que añade un capítulo más a la fascinante historia de este corsario.

Un futuro para la casa del corsario

Peñalosa y García abogan por darle vida y utilidad a la Casa de Machado, más allá de simplemente protegerla con una valla. "Queremos que los ciudadanos puedan disfrutar de este espacio recuperado y protegido. Es un patrimonio que debemos conservar para futuras generaciones", concluye García.